Capítulo 7

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Al día siguiente después de enterarse de que Eira estaba buscando la manera de rechazarlo, Sirius se propuso reconquistarla y hacer que le perdonase por todo lo que la había hecho sufrir.

No importaba cuanto tiempo pasase, el seguirá insistiendo.

Se despertó temprano para la sorpresa de sus amigos, se baño, se vistió bien y fue uno de los primeros en estar en el comedor.

Sus amigos que iban detrás de él estaban confundidos pero no dijeron nada.

Cinco minutos después, Eira entro junto con Regulus y Lucius, Sirius que estaba al tanto de quien entraba en la puerta la vio de inmediato.

Se veía hermosa, no podía creer como no la quiso, vio como se reía por algo que le decía Regulus al oído, y sintió un revoltijo en el estómago.

—No creo que la vayas a conquistar y hacer que te perdone solo siendo un acosador—hablo Peter con la boca llena.

Remus rodo los ojos, Peter no tenía filtro.

—Tengo que hacer un plan para que me perdone—Respondio Sirius.

—Pues te va a costar por qué soy yo tu compañero y me haces eso sabiendo que voy a sufrir no te perdono en la vida—Volvio a hablar Peter.

Sirius bajo la cabeza.

—¡¡Peter!! Dios — grito James.

—¿Que? Sabéis que tengo razón, lo que hizo Sirius fue miserable y lo más bajo que se puede hacer, solo para lastimar a tu compañera, cuando se supone que tenemos que cuidarla amarla y Sirius no hizo ninguna de las dos cosas.

Sirius se levantó de la mesa y se fue del comedor sin ver a nadie más que al suelo.

—¿Ves lo que has hecho?

—Solo le he dado una dosis de realidad, que no espere que con un perdón y unos ojos de cachorrito Eira lo va a perdonar, se va a tener que arrastrar y perder muchas veces la dignidad si quiere que lo perdone, pero eso no significa que lo acepte.

—Si sabemos que tienes razón, pero Sirius es nuestro amigo y tenemos que apoyarle en todo lo que esté en nuestras manos—dijo Remus viendo por donde se había ido Sirius.

—Ya lo sé, por eso soy el realista, alguien tenia que serlo— dijo Peter comiendo.

—Si bueno, a la próxima ten un poco más de tacto — dijo Remus.

Peter se encogió de hombros y se metió un dulce a la boca.

Minutos después Sirius entro en el comedor y se volvió a sentar con sus amigos.

Sirius  vio a Eira que estaba sentada con Regulus y los demás.

Sirius vio como Regulus le ponía la mano en el muslo mientras se a recabar a su oído a decirle algo, después como Eira se sonrojada y sonreía.

Sirius apretó los puños, pero no se quejó todo era su culpa y tenía que tragarse los celos, la culpabilidad y el dolor que el mismo se había hecho.

—Sirius come—le dijo James que le metió una patata en la boca.

Sirius se quejó y le pegó un puñetazo en el brazo.

Comieron mientras hablaban pero Sirius no apartaba la mirada y seguía viendo a Eira en todo momento.

Eira sintió su mirada más no se la devolvió, estaba feliz con Regulus y eso era suficiente.

Terminaron de comer y cada uno de fue a sus clases.

Las clases habían acabado y Eira tenía planeado con Regulus ir a la heladería Florean Fortescue para pasar el rato, así que le estaba esperando  en el jardín mientras leía un libro muggle.

Sintio como alguien se puso delante suyo, tapándome del sol.

Miro hacia arriba viendo que era Sirius que está parado enfrente suyo luciendo nervioso.

—¿Quieres algo?—pregunto Eira sería

—Y-Yo b-bueno q-queris decirte a-algo

Antes de que Sirius pudiese decir una palabra más, llegó Regulus con la cara sería, lo vio y después vio a Eira.

—¿Nos vamos?—Pregunto tendiéndole la mano.

Eira asintió y le dio la mano, se levantó sacudiendose el uniforme, le dio una última mirada a Sirius y se fue de ahí con Regulus.

Sirius vio como se iban, cogidos de las mano, mientras se reían.

Vio como ella echaba la cabeza hacia atrás riéndose, mientras los rayos del sol le daban en la cara haciendo que luciese aún más hermoso.

Sirius soltó un suspiro nervioso y se fue andando con la cabeza baja.

En el pasillo se encontró con con James.

—¡Hey! ¿Que tal? ¿Has hablado con Eira?—Pregunto James.

—No, yo no pude, llegó Regulus y se la llevó

James palmeó la espalda de Sirius para después abrazarlo por los hombros.

—Tranquilo, ya llegará el momento, pero será mejor que te apresures

—Lo se, lo sé

                              *****

Eira estaba con Regulus en la heladería Florean Fortescue comiendo un helado.

Eira estaba comiendo un helado de vainilla y Regulus una de chocolate mientras caminaban cogidos de la mano por la calle.

Se sentaron en un balcón, viendo el atardecer.

Eira recostó su cabeza en el hombro de Regulus.

—Eres muy preciosa, lo sabes, ¿Verdad?

Eira se sonrojo y soltó una risita.

—Tu también

—¿Yo también soy preciosa?—Pregunto Regulus divertido.

—¡No! ¡Digo si! Eres muy precioso, guapo, hermoso

—Ya ya, no me subas más el ego, lo sé, se que soy hermoso

Eire le pegó un puñetazo suave en el hombro.

—Ya no te vuelvo a decir nada, juntarte mucho con Lucius te está convirtiendo en una diva

—Bueno las divas nacen no se hacen así que soy diva desde nacimiento.

Eira junto con Regulus soltaron una carcajada haciendo que el helado se les cállese.

—Nooo el helado—Eira hizo un mini puchero viéndolo.

Regulus lo vio y no se pudo resistir así que lo beso.

—Eres tan tierna, Merlín no me ha podido dar mejor compañera.

—Lo mismo digo Regulus, eres... Simplemente increíble, gracias por estar aquí cuando te necesito

—Siempre estaré a tu lado Eira, recuerdalo, allá donde vayas yo iré, como tu sombra, soy tuyo y tú eres mía para proteger.

Los dos se abrazaron bajo el atardecer, sellando su amor,

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