Todo Lo Que Quiero (#2)

Epílogo

Como capítulo final les tengo una pequeña dinámica jeje

Quería subir un poco de votos y comentarios. Pueden ser 400 votos y 400 comentarios ¿creen poder?

No sé olviden de leer la nota al final del capítulo, es muy importante. ¡Las amo!

Narra Stacy

10 de Julio, 2029 (4 años después) ignoren que ya van muchos años jajja

Camino con lentitud por el pasillo que da hasta la puerta de Hilary. Toco dos veces y cuando escucho su permiso es que finalmente abro la puerta. Ante todo está su privacidad.

La encuentro moviéndose de allá para acá vuelta loca.

—¿Todo bien, cariño? —pregunto extrañada.

—Hoy tengo el casting para el personaje principal de la obra —habla de forma rápida.

—Lo sé, hija, lo recuerdo perfectamente.

Es que no había forma que lo olvidara. Hilary ha estado más de un mes ensayando para este casting y todos como familia hemos visto su gran esfuerzo. Sabemos que le irá estupendo.

—Pues ya voy atrasada, mamá —chista frustrada.

La observo confundida.

—¿A qué hora debes estar allá?

—A las cinco, ¿por qué? —pregunta y juro que si no se deja de mover como una maniática por la habitación me volveré loca entre tanta vuelta.

—Hilary, son las tres de la tarde —murmuro.

Ella se queda totalmente estática y me da una larga mirada.

—¿Qué? —pregunta estupefacta.

—Aún te faltan dos horas para ir, no entiendo todo tu desorden.

—Pero... —Suelta un chillido y se deja caer en la cama tapándose el rostro—. ¡Maldito reloj!

Presiono los labios para no reír, creo que nunca podré ser inmune a estos pequeños berrinches. Hilary es especial en ellos.

—Que tú padre no te escuche maldecir o se volverá loco. Además, te he dicho que tienes que cambiarlo por otro... —le recuerdo—. Sé porqué no lo quieres tirar, pero tampoco es necesario que lo hagas. Puedes guardarlo como recuerdo y te compramos uno nuevo, cariño.

Me acerco hasta poder sentarme en la cama y acariciar su cabello, ella levanta su rostro abatido.

—Está bien, mamá, ustedes ganan —dice con resignación y vuelve a esconder su rostro.

Hay otra cosa que la tiene abatida.

No me es difícil hablar con Hilary, pero cuando se trata sobre el ballet siempre intento tener un cuidado inmenso, no me gustaría arruinarle sus sueños como lo hicieron conmigo.

Hilary ya tiene once años y obviamente sus pensamientos son diferentes haciendo que a veces se culpe demasiado por su fracasos.

—Dile a tu madre que te preocupa. Sabes que puedes hablar conmigo —murmuro.

La escucho suspirar y espero que hable a su tiempo. Si algo he aprendido estos años, es que Hilary odia que la presionen para decir las cosas, ella lo hará, pero todo a su ritmo.

Me hago la fuerte cuando me deja ver sus ojos cristalizados porque se supone que debo darle apoyo y no no contratario.

—Tengo miedo... —susurra.