Horas de estudio | YoonSeok

Unica parte.

Min Yoongi desde pequeño lo han inculcado sobre que la homosexualidad es un pecado mortal, que el hombre jamás en la vida debe llorar ni tampoco mostrarse cobarde, que debe tener siempre feliz a su esposa, y que, incluso, debe educar a sus hijos como él mismo fue educado. A sus diez años algunos de sus compañeros de clase ya tenían alguna novia, él simplemente miraba sin ningún tipo de interés, muchos de ellos le preguntaban si ya había dado su primer beso y sin ningún gesto respondió que no. A los once años tuvo el primer pecado, que para él fue el más aterrador, le había comenzado a gustar un chico.

Pero todo fue cambiando cuando llegó a los dieciocho, a pensar de tener mayoría de edad sus padres aún tenían control de él, eso a Yoongi le encantaba en cierto punto, en muchas ocasiones le había dicho a, su ahora mejor amigo, que amaba hacer todo lo que para él era prohibido. De un momento a otro el tener alguna atracción hacia a un hombre dejo de asustarle y saber que ahora gustaba de su mejor amigo, Hoseok, no era en absoluto malo.

Hoseok también sentía sentimientos por Yoongi, también se lo hizo saber cuando estaban solos en la habitación del pálido mientras estudiaban, esa tarde dio un giro tan de repente, porque de un momento a otro Yoongi estaba debajo del cuerpo precioso de Hoseok mientras lo besaba con tanta necesidad que el aire le estaba haciendo falta. Sus manos eran tan inquietas que no se resistía en tocarlo, y claro que Hoseok estaba encantado en que él lo hiciera. En esa fue la primera vez de ambos, y aunque al principio fue extraño, en las siguientes fueron menos torpes y más excitante.

Esa tarde la madre de Yoongi y sus abuelos habían llegado de visita, y la abuela sostenía en sus manos un pastel de fresa. Como siempre, Yoongi invito a Hoseok a su casa para repasar algunas notas de la escuela, al entrar a la casa este se dio cuenta que la casa no estaría desocupada en ningún momento, por lo que sólo saludo rápido y tomó la mano de Hoseok para subir las escaleras y encerrarse en la habitación. Yoongi inicia pegando al contrario en la puerta besándolo con necesidad, este suelta un jadeo ahogado y trata de separar a Yoongi pero este se resiste, las manos temblorosas de Hoseok se posan en el torso del contrario y logra alejarlo de un empujón.

—Tus abuelos y tu madre están aquí, nos van a escuchar— dice jadeante, Yoongi se acerca tomándolo de la barbilla sin lastimarlo y sonríe.

—Es más divertido, ¿no crees?— lame el labio inferior del joven—. Seremos silenciosos lo prometo.

Sin más vuelve a besarlo mordiendo su labio inferior y este suelta un quejido, cambian de posición y ahora Hoseok está de rodillas muy cerca del gran bulto que se forma en los pantalones del pálido, se lame los labios mojándolos deseando tenerlo en su boca de una vez, Yoongi está atento a los gestos del pelinegro.

—Hazlo de una vez, necesito verte tragar mi polla, mi amor— Hoseok levanta la mirada y asiente.

desabrocha el pantalón y lo baja junto a la ropa interior, la enorme polla de Yoongi sale en un disparo, es gruesa, grande, hinchada, con venas decorándolo y lista para Hoseok. Se le hace agua la boca cuando la ve, cuando la toma se siente caliente y muy dura, está fantaseando como se lo está jodiendo sobre el colchón. Comienza masturbando y este suelta jadeos bajos, sin pensarlo más saca la lengua muy mojada por su saliva y lo pasa por la punta, se excita más al sentir el presemen sobre su lengua, sigue pasándolo hasta llegar en la parte de los testículos y lamer uno de ellos, Yoongi ama que su chico haga eso, rasguña la puerta y trata de que los gemidos no sean tan ruidosos. Mete uno a su boca y lao chuparlo hace un sonidito, este muerde los labios con fuerza pero no siente dolor aunque esté apunto de hacerse una herida, Yoongi está acariciando su cabello negro mientras lo sostiene a que no se separe, su lengua sube nuevamente hasta la punta que esta llorando de la felicidad por la atención de Hoseok, no pierde más el tiempo y se lo mete todo a la boca, esta tan grande que necesita abrir más la boca. Ama lo morboso que se ve cómo está jodiendo la boquita inocente de su chico, su lengua abraza muy bien la polla del contrario sin dejar de follarselo. Yoongi no está aguantando mucho por lo bien que se lo está mamando, está siendo un poco difícil para él no tener que gemir alto. Hoseok lo mira con los ojos llorosos y este no resiste más y se corre, llenando su boca de toda su sustancia tragándose todo. Cuando se lo saca de la boca se relame los labios tan sensual que Yoongi sigue excitado, necesita sí o sí cogerselo.