So It Goes

Capítulo I De Carruajes a jardines

En su quinto onomástico, Catra Prime estaba más nerviosa que nunca. Se había decidido que ahora tenía la edad suficiente para unirse a su padre en Desembarco del Rey, donde recibiría una educación en todo lo que una dama debería saber.

No había querido dejar atrás su casa y todo lo que conocía para vivir con su padre, a quién ni siquiera recordaba, pero no le habían dado otra opción en el asunto, así que había entrado en el carruaje unos días antes y apenas lo había dejado desde entonces.

Su cabello fue cepillado y trenzado, su cara lavada y su cuerpo puesto en un vestido nuevo justo antes de que llegara al capitolio para que pudiera verse respetable no solo frente a su padre sino también a la corte real. El vestido se sentía tan apretado que pensó que la asfixiaría y los alfileres que mantenían su cabello en posición se clavaban dolorosamente en su cuero cabelludo , pero había aprendido a no quejarse de cosas como esa hace años, le había dicho que lloriquear no era femenino y eso era lo único que nunca podría ser.

Cuando el carruaje se detuvo y la puerta se abrió para Catra, supo que tenía que salir a pesar de sus piernas temblorosas y las pequeñas gotas de sangre roja profunda que se filtraban de sus dedos desgarrados sobre la tela azul de su vestido. El septa se daría cuenta tan pronto como ella saliera del carruaje y también lo haría su padre, pero no salir en absoluto habría sido aún peor.

El Señor Padre de Catra tiene planes simples pero grandiosos para ella tan pronto como entré en Desembarco del Rey. Mientras la saca de la caseta del timón, Catra se apresura a recomponerse, a ocultar el dolor de ni siquiera un abrazo adecuado después de la pérdida de su madre. Él nunca ha sido alguien para mimar, ella se tranquiliza a sí misma y en cuestión de segundos es la niña preparada para la que ha sido entrenada.

Parte de la corte real está esperando su llegada en el patio. Su padre la presenta.

"Mi hija, Catra Prime, Su Gracia".

Ella se inclina como Septa Janis le enseñó a hacerlo, sonrisa suave y una buena postura para el Rey y la Reina. Ambos le dan la bienvenida a la corte y, por mucho que quiera mostrar sus respetos, no puede soportar mirar adecuadamente a la Reina y la suave sonrisa en su hermoso rostro.

Una conmoción llama la atención de Catra sobre algo detrás de la familia real, pasos fuertes y poco agraciados pronto los alcanzan y una pequeña cosa de una niña se mueve a través de la gente hasta que está al lado de la Reina. Ella lleva prendas extrañas, Catra se da cuenta rápidamente, pantalones de cuero negro y nada que parezca un vestido adecuado, su cabello plateado es un desastre, incluso se cae de sus trenzas.

También es una pista rápida de quién es ella.

Su padre le había contado mucho a Catra sobre la princesa Adora , y cómo necesitaba desesperadamente un buen amigo , ya que aparentemente encontraba que correr detrás de los gatos y volar sobre un dragón era actividades más atractivas que estudiar las lecciones de fe o bordado.

Catra no creía que se llevarían bien, pero haría todo lo posible por los deseos de su padre.

La princesa está un poco sin aliento y mirando descaradamente a los ojos de Catra.

"Buenos días, Su Gracia". Ella hace una reverencia.

"Me gusta tu cabello". Ella suelta y se acerca. Un olor extraño y fuerte llega a las fosas nasales de Catra, como cabello quemado y azufre.

Su nariz se arruga ligeramente, una grieta en su máscara que rápidamente se repara con una sonrisa renuente. La princesa es... extraña, Catra piensa para sí misma, y huele terriblemente. La totalidad de Desembarco del Rey lo hace, pero esto es otra cosa.