Capítulo 03

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Todo estaba tranquilo en el departamento de Jennie, Lisa estaba en el regazo de Jennie con su cabeza recargada en el hombro de la omega

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Todo estaba tranquilo en el departamento de Jennie, Lisa estaba en el regazo de Jennie con su cabeza recargada en el hombro de la omega.

Jennie se encontraba mimando a su alfa, a ella le gustaba así su relación, que su alfa no fuera posesiva, celosa o que le dijera que un omega vale menos que un alfa, porque sabía que para Lisa todos eran iguales.

Nadie era mejor que nadie, su alfa respetaba mucho sus decisiones. Aunque dijeran que Lisa no era una alfa de verdad, ella sabía que no era cierto, para ella Lisa era la mejor alfa de todos.

Lisa empezó a dejar besos en el cuello de Jennie y enterró su cabeza en el cuello de su omega.

– Omega, estás empezando a oler a leche. – dijo tranquila Lisa.

Jennie salió de sus pensamientos cuando escuchó eso, bajó su mirada y vio que era cierto ya que su camisa estaba un poco mojada.

– Oh, no me había dado cuenta, ¿me ayudas? – preguntó suave y despacio.

Lisa asintió y ayudó a Jennie a subirse su camisa.

La omega soltó un suspiro cuando Lisa empezó a chupar su pezón, la alfa algunas veces se portaba como una linda gatita muy tierna.

Lisa estaba muy concentrada absorbiendo la leche del pecho de Jennie. Cuando se enteró que su omega era un poco diferente al resto no entendía el por qué hasta que Jennie se lo dijo.

Resulta que Kim se había desarrollado antes de tiempo, mejero dicho su omega se desarrolló cuando apenas tenía 17 años. Su omega desde esa edad se había preparado para tener a sus cachorros.

Jennie con el paso del tiempo se fue acostumbrando, pero a lo que todavía no se acostumbraba era a cuando sus pechos se llenaban de leche.

A veces ella y Lisa, que siempre la acompaña, iban al hospital para donar la leche para los cachorros que la necesitaban.

La doctora que atendía a Jennie le había dicho que tal vez podría parar después de tener a su primer cachorro.

– ¿En qué piensas, omega? – preguntó Lisa cuando se separó de sus pechos.

–En nada, alfa. – respondió haciendo un puchero, puchero que Lisa besó.

– Todo estará bien, omega. – le aseguró Lisa dejando besos por toda la cara de Jennie.

Jennie asintió con una sonrisa, si Lisa decía que todo iba a estar bien, ella le creería.

Por eso ella y su alfa habían decidido que, terminando la universidad, Lisa la iba a marcar e iban a tener a su primer cachorro.

Cuando Lisa se lo propuso estaba insegura, pero a la omega le gustó la idea y preguntó el por qué no lo hacían ahora. Lisa se negó, porque ella tenía que ir ahorrando dinero. Era por eso que mayormente los fines de semana se iba a trabajar con su padre a la empresa Manobal's.

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Tierna alfa | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora