CapÍtulo I: Hubo una vez en que las personas sonreían

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O al menos me lo dijeron, las personas sonreían y eran felices, en esa época tan distante las personas sentían... Esa fué la "Gran época de los Tres Grandes".

Los más ancianos, recuerdan esta época con mucho cariño, cuando la historia es contada por ellos; muchos quedan boquiabiertos y con una cara de asombro total, pues digamos, que estamos muy lejos de sentir tal felicidad como para sonreír, nuestra historia tiene un mal comienzo y un peor final, no estoy orgullosa ni animada para contarla pero si no lo hago, no entenderían nuestro sufrir...








Los dioses dorados gobernaban sobre Sakurako la tierra de los árboles de cerezo, donde todo era tranquilo, donde todo comenzó a ir de mal en peor; cada día los cerezos se marchitaban más, aún estando en su mejor época del año, sus flores se volvían de un rosado oscuro hasta volverse negro, el tronco de los árboles se volvían grises a tal punto que parecían cenizas recién caídas de un volcán.

Todo esto lo provocaban los Shinigamis, los dioses de la muerte, destruyen todo lo que posea medio gramo de vida, los dioses dorados Takeshi el dios de los soldados,la guerra y las armas, Yumiko la diosa de la puntería, el arco y las flechas, y Sakura, la diosa de los cerezos, el amor y la pureza; ya los habían derrotado en varias oportunidades, pero cada vez volvían más fuertes.

Fué en el día de descanso (día en el que los dioses descansaban y recuperaban fuerza espiritual) cuando el rey de los shinigamis, Kurai (oscuro en japonés) usó su ultimo recurso para vencer a los Tres dioses, su guadaña de tres puntas; esta guadaña podía llenar de horror, sufrimiento, rencor o cualquier sentimiento que produzca malestar en cualquier persona que la viese solo un segundo o, llevarse el alma de el individuo que la viese.

Los dioses dorados no se esperaban esto, y ya que todos los shinigamis se habían puesto de acuerdo para atacar a los dioses, los vencieron. Ya no podían hacer nada los shinigamis habían tomado al más fuerte de los tres. Con la guadaña de tres puntas, Kurai le indujo el odio y el corazón más frío hacia los dioses dorados. Takeshi no pudo resistir, quizá sea el más fuerte en el campo de batalla pero no el más inteligente. Sus hermanas, Yumiko y Sakura idearon una forma de recuperar a su hermano, antas de ser vencidas, atrapadas y torturadas desprendieron de sus almas sus mejores virtudes y pensamientos, para esconderlos de los shinigamis los convirtieron en esencias y las dispersaron por las cuatro naciones. Kurai consiguió manipular a Takeshi y ya controlando su fuerza encerró a las dos hermanas en una estrella que tarde o temprano explotaría con ellas dentro.

Hay un rumor de que los Tres Grandes dioses tuvieron descendencia y solo ellos serían aceptados por la, o las, esencias. Hay personas que encontraron una o más esencias y al no ser lo suficientemente nobles, éstas no los aceptaron y se dispersaron nuevamente; al encontrar una esencia se dice que obtienes el poder del dios que sea la esencia, en total son tres: puntería con arco y flecha, control de la naturaleza y el amor. Pero como todo, esto es sólo un rumor...


Su reino del mal se extendió hasta hoy, quince años después. Al parecer nadie fué nunca lo tan "noble" como para poder ser aceptados por la esencia...

Los dioses doradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora