La verdad os hare libres

Capítulo 10

prólogo parte 10

Cage* sabe mejor que esperar. Ella sabe lo mucho peor que se siente cuando tienes esperanza y luego esa esperanza es aplastada, pero no puede evitarlo. Las palabras de Kim Rok Soo encendieron esa pequeña vela parpadeante de esperanza en su corazón sin su consentimiento.

Así que se pone de pie y busca entre la multitud ese rostro que extraña más que nada en este mundo.

Y ahí está. Allí está él sentado, vivo, junto a otra versión de ella misma.

Ella se está moviendo antes de darse cuenta, su nombre sale de su boca.

"¡Taylor!"

Luego choca contra una pared y esa pequeña vela parpadeante de esperanza se apaga.

Esa no es su Taylor. Su Taylor ya se ha ido.

Mientras piensa eso, Taylor se pone de pie y camina hacia ella.

'¡¿Qué?! ¡Taylor está de pie! ¡Él está caminando!'

Cage* lo mira y puede ver lo feliz y saludable que se ve. Ella puede ver a Cage siguiéndolo justo detrás de él. Su otro yo también se ve feliz.

'No es justo. ¿Por qué ella llega a tenerlo?'

Se siente arder de celos en ese momento, luego los mira de nuevo.

Al verlos juntos y felices, siente una punzada de calor en el pecho. Ese no es su Taylor, pero él es un Taylor y está vivo. Eso es suficiente para ella. Ella ya no tiene a su Taylor, pero hay un mundo allá afuera donde él vive.

Ella todavía está celosa. Quiere ser codiciosa y robarse a Taylor, pero no lo hará aunque pudiera. La otra ella no se merece eso. Ella no necesita saber cómo se siente perderlo.

"Jaula*, lo siento."

"¿Qué?" Cage* está confundido. ¿Por qué Taylor se disculparía con ella?

"Siento haberte dejado", dijo con una sonrisa triste.

'Ellos son iguales. Taylor siempre será Taylor.

"Gracias. Gracias por estar viva", le devuelve la sonrisa antes de mirar a Cage y agregar: "Gracias por estar ahí para él".

Cage le devuelve la sonrisa y asiente con la cabeza con una mirada determinada en sus ojos.

'Es suficiente.'

Con ese pensamiento, regresa a su asiento, esa pequeña llama de calor aún parpadeando en su pecho.

•••••

Al mismo tiempo, Shickler* y Witria* ven a Paseton cerca de sus contrapartes.

Verlo con vida es a la vez maravilloso y doloroso para ellos.

"¡Pasetón!" Witria grita mientras corre hacia él, su padre la sigue de cerca.

La barrera los detiene antes de que puedan llegar a Paseton.

En ese momento, odian esa barrera más que nada.

Al ver a Witria* y Shickler* correr hacia él con lágrimas en los ojos, sabe que ya no existe en ese mundo. Sabía que el joven maestro Cale lo había salvado esa noche, pero enfrentarse a un mundo donde eso no sucedió es un pensamiento sombrío.

Al ver versiones de sí mismos obligados a vivir en un mundo sin Paseton, Witria y Shickler solo pueden agradecer a todos los dioses que existen tanto por Kim Rok Soo como por Cale. Gracias a ellos, no tienen que vivir en un mundo donde su querido familiar los ha dejado.

Paseton coloca sus manos sobre las manos de su padre y su hermana, ofreciendo un apretón tranquilizador de que todavía está con ellos antes de ponerse de pie y dirigirse hacia los dos que no tienen ese privilegio.