La verdad os hare libres

capitulo 34

capitulo 23

"Espera, ¿dijiste que querías evitarlos y luego eres tú quien les ofrece un aventón a la capital?" preguntó Archi*.

"Sí."

"¿Por qué diablos harías eso?" Rasheel* preguntó confundida.

"Mis planes cambiaron. Supuse que ayudarlos y asegurarme de que llegaran a salvo a la capital era otra forma de joder a Venion", respondió Cale. "Fue beneficioso para mí, ya que tener a Taylor a cargo del título de Marquis aseguraría que Marquis Stan y Venion tampoco pudieran arruinar las cosas durante la guerra".

"Puedo ver por qué habrías cambiado de opinión", comentó Alberu*.

Capítulo 23: Devolver el favor (3)

Por supuesto, planeaba darles su nueva esperanza de forma anónima. Era algo que había aprendido del dragón.

"Humano, ¿aprendiste algo de mí?" Raon preguntó emocionado.

"Por supuesto. ¿Cómo podría no aprender de una existencia inteligente, grande y poderosa como tú? Cale le dijo con una palmadita. Luego agregó una palmadita a cada uno de los otros también.

'A menos que su señor no tenga nada que hacer y me revele a ellos, no hay forma de que me reconozcan.'

"Él no nos reveló quiénes erais, pero fue bastante hablador al respecto", les informó Cage.

Era imposible para ellos saber de su identidad. ¿Qué tan bueno fue eso? Debería haber hecho todo de forma anónima hasta ahora. Cale entró en las ruinas sintiendo que le habían quitado un enorme peso del pecho.

"Ni siquiera hacer las cosas de forma anónima funcionó para usted, joven maestro Cale", dijo Taylor con una sonrisa.

Podía ver gente orando por toda la zona.

En ese momento, Hans se acercó sigilosamente a Cale y le susurró.

"Acabo de ver al hijo mayor de la casa del marqués Stan".

"... ¿Cómo sabes acerca de esa persona?"

Cale estaba realmente sorprendido. Hans sonrió antes de señalarse los ojos.

"Casi toda la información sobre los nobles está en mi cabeza. Pude ver a un hombre empujado en una silla de ruedas. Era extraño que solo hubiera una persona con él, pero pude ver que había una cresta de serpiente roja en la silla de ruedas".

"Eso es muy impresionante", le dijo Litana a Hans.

"Gracias. Esa es una de las cosas básicas que un mayordomo debería poder hacer", dijo Hans.

"Hans".

"Sí, señor."

"Eres mejor de lo que pareces".

"¿Gracias?"

"¿Por qué era esa una pregunta?" Preguntó Pluma*.

"No estaba seguro de si realmente debería estar feliz por eso y verlo como un cumplido o no. La forma en que lo dijo el joven maestro Cale me hizo preguntarme si parezco realmente poco confiable", respondió Hans.

"Estás bien como eres", interrumpió Cale.

La amplia sonrisa en el rostro de Hans mostró cuán complacido estaba con esas palabras.

Hans se encogió de hombros con una expresión satisfecha mientras terminaba su informe. Luego le preguntó a Cale.

"¿Qué planeas hacer?"