1 año y 11 meses

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Julio vivió en una mentira durante toda esa semana, su nieto Álvaro, se quedó esas noches de incertidumbre entre el tres y el siete de febrero a cuidar de él mientras Ángela estaba en el hospital. Cuando sus hijos le dijeron que Ángela había fallecido, su mundo se vino abajo, desde ese momento, no fue el mismo. Ya que se había ido su amada, su media naranja, la que le había cuidado durante cuarenta y seis años. Así que se fueron a vivir a casa de su hija Lorena.

Dos mil veintiuno para su familia, transcurrió muy lento. Julio lo pasó muy triste, recordando a su mujer, su mano derecha durante más de los años que habían convivido juntos. No sabía salir adelante sin ella, y poco a poco fue decayendo. Dos mil veintidós empezó muy triste, sin ella, todo era difícil. En ese año, estuvo cinco veces ingresado en el hospital por achaques menores pero de los que necesitaba ser tratado. La última, la peor.

El día veintitres de diciembre de dos mil veintidós Julio se levantó con la voz tomada. Pero no le dió importancia ya que pensaba que era un principio de un catarro. El día siguiente, lo pasó rodeado de su familia, cenó con su familia y lo pasó muy feliz a al ver a su alrededor gente que le quería, aún acordándose de la que faltaba. Pero la noche del veinticuatro de diciembre. La pasó muy mal. Su hija lo llevó al hospital y estuvieron allí más de seis horas. Julio iba decayendo, más y más mientras las horas pasaban debido a una neumonía muy fuerte. A las siete de la tarde, Julio cayó en un coma producido por todo lo que en su cuerpo estaba fallando. Pero cuatro horas después, despertó. Fue ingresado en UCI durante seis días. Días en los que su familia lo visitaba en todos los horarios de visita. No reconocía a todo el mundo, pero aún así sus hijos creyeron que remontaría. Parecía que iba mejorando así que el día treinta y uno de diciembre, fue pasado a planta, pero el ya no era el mismo, deliraba, ya no reconocía a nadie y hablaba con familiares fallecidos.

El día uno de enero de dos mil veintitrés a las diez de la mañana bajó a tratarse con diálisis para sus riñones. A los treinta minutos, los enfermeros tuvieron que paralizarla ya que el corazón de Julio no funcionaba lo suficiente, y le producía arritmias. Así que después de hacer muchos estudios, no podían hacer nada más. Ese día por la tarde, toda su familia fue a visitarlo, para darle el último adiós. Pensando que esa noche se podía ir. Julio aguantó dos días más. Días en los que su familia sufrió mucho viendo como se iba poco a poco y viendo como se quedaban sin él. El día dos de enero por la noche, su cuerpo no aguantaba más, Julio agonizaba dolorido, su garganta estaba seca, su estómago muy lleno ya que no había defecado en todos los días que llevaba en el hospital. A las cuatro de la mañana una enfermera le puso su último tranquilizante para que estuviera más tranquilo.

Julio murió el tres de enero de dos mil veintitrés a las ocho y media de la mañana. acompañado de sus dos hijos. Después de estar una semana y media luchando contra una neumonía. A las diez de la mañana la funeraria del hospital lo bajó a la morgue para que el coche fúnebre del tanatorio se lo llevara. Así que allí pasó una tarde y la mañana del día cuatro, donde pasó mucha gente a despedirse de él. Gente que lo quería, gente conocida que fué a despedirse y gente que fué a consolar a la familia. El día cuatro a las tres y media de la tarde, la familia acudió a su casa en el pueblo, y al ritmo de "La Campanera" los familiares hicieron unos profundos tres minutos de silencio mirando su ataúd. A las cuatro de la tarde, se celebró una eucaristía por su muerte y una hora después Julio fue enterrado encima de su mujer.

Julio Molero Crespo
27/05/1948 - 03/01/2023

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