Fugaku Uchiha estaba consiente de Muchas cosas, este sabía lo pequeño que era su poder a comparación del de los verdaderos seres poderosos.
Oh si, Fugaku pese a ser un idiota total con todos, casarse con Mikoto únicamente para tener hijos fuertes y estar en contra del noventa por ciento de las decisiones de Minato, no era estúpido.
El sabía cosas, como que las Naciones elementales eran solo un pequeño pedazo de la tierra, y no el mundo entero como muchos creían.
Siendo esto algo que descubrió cuando se encontró a un demonio, y luego de varios altercados terminó haciendo un trato con este, algo realmente sencillo.
Su primer hijo, Uchiha Itachi el afamado prodigio del clan Uchiha era una llana y simple farsa, al todo su talento ser prestado por un demonio, a cambio de la primera hija que su esposa diera a luz.
Lo que pensó sería imposible, pues desde los principios del clan los líderes abían dejado únicamente descendencia masculina, siendo esta la primera excepción.
Y eso es lo que lo trajo a esta situación, frente a él, un adolescente que aparentaba unos veinte años le sonreía.
Este tenía cabello verde puntiagudo, el cual se levanta con excepción a un solo mechón que cuelga sobre el lado izquierdo de su cara, además de tener los lados de su cabello rápados.
Su piel era pálida, pero sin ser enfermiza, tenia un rostro triangular, con ojos parecidos a los de un raptor, de color rojo bastante llamativo, este era alto, bastante midiendo 1.85 metros.
Este tenía un cuerpo musculoso, con pecho firme, abdomen plano y marcado, el adolescente vestia con unos pantalones de mezclilla negros, una camisa de vestir color azul oscuro, pegada a su cuerpo con dos botones sin, valga la redundancia abotonar, mostrando un poco de su pecho, con las mangas arremangadad hasta los antebrazos, unos botines de cuero negro, y un cinturón marrón en su cintura.
(Man este cabrón no tiene ninguna foto con ropa casual, solo vi dos que hiba de camiseta y era casi que la que tiene bajo la armadura)
Naruto, quien luego de los últimos ochocientos años se había posicionado como el demonio joven más poderoso de todos, estaba sentado en la sala de estar del recinto Uchiha, viendo directamente a los ojos del líder del clan.
La razón, estaba cobrando un trato de su viejo, después de todo había echo ese contrato específicamente por el, o almenos eso es lo que le había dicho.
Fugaku no sabia que hacer, no sabia mucho de este chico, solo lo que su hija le dijo, era un "amigo" que se encontró por ahí y lo trajo a su casa para luego salir a algún lado, nada mas.
*¿se puede saber qué hace un demonio en este lugar?* pregunto tajante el uchiha, mientras que Naruto no dejo de sonreír en ningún momento.
*sabes que tienes que pagar, solo estoy cobrando* dijo sin mucho interés Naruto, mientras esperaba lo siguiente que dijera el Humano frente a él, lo que no tardó mucho en suceder.