Pasajera

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Solamente he amado a una persona

Recuerdo el tono de sus ojos y el de sus delicados labios

Contrastando con su pálida piel

A veces pienso en como las fibras de su cabello brillaban con el sol

En aquella tarde fría de invierno cuando las hojas muertas de los árboles caían a nuestro alrededor

Ella en silencio viendo las nubes, como extrañando su hogar

Inmersa en sus pensamientos y yo abrumado por su belleza insondable

Solo para ser recordado de que no es un sueño al escuchar el graznido de los cuervos en las ramas de aquel retorcido y viejo árbol donde solíamos sentarnos a platicar

Aún hay momentos donde todo lo que me rodea desaparece, como si mi realidad fuese engullida por una profunda oscuridad

Dejando solo esa sensación peculiar de tenerla cerca

Esa soledad con la que llenaba el aire a su alrededor

Ese sentimiento de inquietud al escucharla hablar, aunque cada palabra surgiera de su boca como gotas de una llave mal cerrada

La intriga por saber aquello que guarda su desganada pero sincera sonrisa, que incluso en momentos de celebración para ella, permanecía sin verse inmutada

Como si estuviese al borde de reír y empatar su mirada con el sentimiento, pero siempre frenándose antes de mostrarnos que también es como nosotros

Esa costumbre suya de contorsionar su boca de una manera fácil de interpretar, pero siempre con su mirada observando algo que esta más allá de este plano

Pasar las horas con ella era algo sublime pero extremadamente solitario, seguramente así se sentía Sísifo o Tántalo

Progresando solo para terminar igual que al principio, sintiendo como si jamás hubiese dado un solo paso adelante, pero sintiéndome igual de cansado como si llevara años caminando

Recordarla es como esa sensación de frustración que hay al despertar cuando soñaste algo, pero ya no recuerdas claramente que fue, y la sensación, aunque agradable se desvanece conforme progresa el día

Siempre me pregunté que fue de ella después de que solo desapareciera sin dejar rastro, elusiva como siempre

Hasta el día de hoy siento que realmente no sentía nada

Serena

Incluso el tono con el que hablaba era leve

Podrías pensar que era el viento, pero en realidad era su gentil voz haciéndose pasar por el aire

Pero no era totalmente como el agua de un lago quieto, de las pocas emociones que mostraba, enojo era la única que proyectaba con sus ojos

Esa mirada que ignoraba todo, como un misil dirigido te persigue hasta que da contigo cuando algo le molesta, pero nunca dirá de que se trata y cuando te des cuenta sus ojos te evitaran de una manera juguetona

Eso de ella era encantador

Era un sueño hecho realidad

Pero al igual que uno, imposible de materializar

Podrías intentar de mil maneras, pero siempre al tratar de abrazarla tus brazos le atravesarían cual estela de humo con forma de mujer

Pienso en ella, pues realmente me hizo feliz conocerla, aunque solo la conocí para extrañarla después

Pero también pienso en lo que la volvió así

Tan ausente

Casi inhumana

Como un fantasma

Y a mí que me encantaría poder hablar con los espectros

Para gozar de su compañía

Y no extrañarles tanto.

DeliriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora