Dangerous Mission

2

Ambas chicas fueron a su casa disfrutando de la compañía de la otra. Aunque Hanni odió por un momento a Minji porque su crush gustara de ella, ahora el sentimiento era un tanto diferente, no sabe con exactitud que es, pero le gusta.

Minutos después llegaron a su casa y Hanni se puso a ayudar a su padre a regar las plantas mientras que Minji estaba en el comedor mientras leí un periódico que encontró en la sala, le sorprendia que todavía hubiera personas que leyeran periódicos, claro, ella leía de vez en cuando. Su madre traía uno cada semana. Ella estuvo buscando pero últimamente no había encontrado en donde hoy vendieran de ello. No sabe como le hacía su madre para conseguirlos.

Se fue a la ventana y observó a Hanni junto a su padre, ambos reían mientras se mojaban con la manguera en forma de juego. Aún le sorprendia lo bien que se llevaban.

Y sin darse cuenta, se puso a admirar  la belleza de Hanni, tenía el cabello y la ropa mojada por el agua. Su sonrisa, lo hermosa que se veía y más cuando sonreía, su sonrisa era tan delicada y radiante. No pudo evitar sonreír, y mucho menos quitar sus ojos de la hermosa chica vietnamita.

Tanto así que pareció darse cuenta cuando volteo directamente para donde Minji, esta se avergonzó pero no hizo nada y solo sonrió ampliamente para luego retirarse y ir a descansar.

Para la hora de la cena los tres se sentaron a comer, Hanni y el señor Pham hablaban animadamente mientras ella solo oía. Simplemente no sabía que decir así que mejor solo escuchaba.

―Dime Minji, ¿Cómo fue tú primer día de clases?― Preguntó después de un tiempo el Sr Pham.

―Mmh por ahora muy bien.

―Excelente, eso es bueno.

―Si, supongo ― Dijo y miró a Hanni que ahora se encontraba con el celular mientras le sonreía a éste.

El Sr. Pham se dio cuenta y le sonrió pícaro a su hija. Habló.

― Así que Hannie, ¿Con quién estás hablando que estás sonriendo así?

―¿Eh? ¿Yo? Con nadie.

Dejo de textear y miró a su padre como suplicando de que no sacará más tema sobre ello, tal parece que no quería que nadie lo supiera.

― Mirá que me la creó ―volteo los ojos, sin embargo, no volvió a hablar del tema.

Minji suspiró. Cansada.

― Oye Minji, si quieres algo de ayuda para adaptarte ahora a tu nuevo hogar nos los haces saber a Hanni y a mí ¿Sí? ―dijo amablemente el Sr. Pham mientras le daba una sonrisa paternal.

―Claro, no se preocupe, siempre y cuando se lo haré saber.

Él solo asintió.

Cuando terminaron de comer cada quien fue a lavar su traste. Sin embargo, Minji no lograba sacar cierta cosa de su mente, que por cierto, la estaba carcomiendo.

Cuando entró a la habitación se encontró con Hanni, que al oír abrir la puerta volteo a verle, tras verla sonrió. Minji podía jurar que tenía la sonrisa más bella que pudo haber visto.

Minji se fue a sentar en su cama mientras sentía la mirada de Hanni, lo cual la hacía sentir nerviosa. Parecía querer decir algo así que hablo.

― ¿Pasá algo?

―Bueno es que estaba pensando en que qué tal si salimos después de clases a jugar bolos― Dijo Hanni mientras la miraba atentamente, prosiguió ― Soobin también irá, ¿Sabés jugarlo no es así?

Minji asintió.

―Claro que se, solía jugarlo con mi padre de pequeña.

<< y cuando no era un completo hijo de puta >>

Sacudió la cabeza esfumando tales recuerdos.

Hace tiempo que no jugaba a ello así que una jugada no le salía mal, además, le encanta la compañía de Hanni.

―Excelente, me alegra que hayas aceptado. De todos modos, tenemos que dormir que mañana madrugamos a estudiar― hizo una mueca de disgusto. Odiaba tener que levantarse temprano.

― Entonces buenas noches, que descanses.

― Tú igualmente, Minji.

Y apagaron las luces para finalmente dormirse. Bueno, al menos Hanni, ya que cierta pelinegra estaba descubriendo cierto sentimiento que por cierto, no le agradó descubrir tan pronto.

Le gusta Hanni.