Primera parte

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Está vez algo era diferente, la luz era más brillante, el aire que respiraba, los pasos que daba eran más grandes y largos, tenía la vista en alto y ahora apreciaba los árboles que me rodeaban era extraño por que siempre pasaba por allí y nunca había notado el aroma a tierra mojada y a madera recién cortada, pero lo más rico por sobre todo el olor a vainilla que se percibía mientras llegaba a casa, entre por la puerta y fui directo a la cocina donde se encontraba mamá haciendo panqueques y papá junto a ella leyendo el diario de Sábado, me acerque a la cocina y me puse a ir lavando las cosas que mamá usaba para ir haciendo espacio, mamá me regaló una sonrisa cálida y en ese momento comenzó a sonar una canción muy hermosa en la radio, era muy buena, muy feliz para así decirlo.

Mamá se puso de espaldas apoyándose en la mesada y comenzó a contarnos un chisme que le comentaron en la peluquería

—Vienen vecinos nuevos—Dijo haciendo suspenso para que papá cerrara el diario y la mirase, como si estuviera acostumbrado a los chismes de mamá, como si fuera rutina para ellos
—Y?¿Dónde se mudan los nuevos?—Agrego papá

—Mmm,digamos que cerca—Agrego Mamá mientras salía de la cocina dando pasitos cortitos pero rápidos, alzando las cejas y mirándolo a papá, el se levantó y mientras la perseguía le dijo:

—Dónde?¿Qué es cerca?—Lo dijo con un tono como si su vida dependiera que ella terminase de contar su historia.

—En-fren-te.

La cara de papá en ese momento me dio tanta risa, fue como si mamá le hubiera dicho que encontró una mina de oro y enseguida se pusieron a charlar en la mesa del comedor diciendo que como los iban a recibir, de que tipos de vecinos iban a ser dependiendo su casa y comenzaron a armarse una historia en donde el padre de familia seguro iba a ser esos tipos de traje y que la mujer iba a ser de las mujeres delicadas, a lo que yo agregué

—Y seguro sea un plan maquiavélico de empezar con una casa y querer tomar el pueblo entero.

Ellos se miraron uno al otro y comenzaron a reírse

—Qué es ese olor a quemado?—Preguntó lupita mientras bajaba de las escaleras.

Mamá, papá y yo nos miramos casi al mismo tiempo y comenzamos a reírnos, solo nosotros sabíamos lo que había pasado

—Que les pasa?—Pregunto René, que recién terminaba de cerrar la puerta de entrada—¿Qué se quemó?!- agrego mientras dejaba la mochila de la facu en la mesa

—Vecinos nuevos—Dijo mamá

—Otra oportunidad de romance, SI!!—dijo Lupita emocionada

Pero a René al parecer no le interesaba mucho la idea de nuevos vecinos, por qué enseguida se puso a hablar de su día, mamá trajo los panqueques junto con algunas tazas, nos pusimos a merendar

Así de hermoso fue ese día, nunca pensé que iba a disfrutar tanto el estar con mí familia, después de eso me fui a dormir por qué ya quería que sea mañana, ya quería otro día lleno de felicidad y de más risas.

El encanto de la piedra azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora