Aquella noche Lituania por fin se sentía feliz y aliviada ,después de tantos años de sufrimientos y miserias, esa noche sería la última que pasaría en casa de Rusia, tenía sus maletas arregladas para coger el tren que la llevaría a Vilnius, capital de sus tierras. Otra cosa además, es que el Británico le había dado las indicaciones correctas para volver a ser un chico, simplemente tenía que dormir con su vieja ropa que utilizaba antes de la transformación, la misma con la que despertó siendo una mujer y Arthur se encargaría del resto con su magia.
Al despertar volvería a ser el de siempre. Antes de acostarse alguien toco la puerta, La nación abrió, era Rusia.
Lituania frunció el ceño e intento cerrar la puerta pero las enormes manos del ruso sujetaron la puerta.
-¿Qué quieres ahora?- la lituana lucho por cerrar la puerta pero fue inútil.
- por favor, solo quiero hablar y...despedirme.
La lituana aun así insistió en cerrar la puerta
- vete de aquí, no quiero volver a verte ni en fotografías.
Rusia empujo la puerta entrando y casi botando al piso a la otra nación.
- Muchas gracias Lituania, por todos tus servicios y buenas acciones que has hecho en mi casa, de verdad te lo agradezco.
Lituania estaba confundida y se sentó en el borde de la cama.
-¿de que estas hablando?, ¿por qué me agradeces?...por mi independencia todas las demás naciones de la URSS querrán independizarse también y esta unión se ira por la borda.
Rusia se sentó junto a Lituania, esta vez en tregua y nada de tocarse ni de acosos.
- pues por eso mismo, nunca quise esta unión, solo obedecía ordenes de mis superiores e incluso lo hacia para beneficiarme y salvar mi país de la ruina, ¿recuerdas cuando mi país en la primera guerra mundial era el mas atrasado de Europa?.
Lituania asintió
- Perdóname, solo vine a decirte que lo sentía por tratarte tan mal, eso era porque mi superior me sobornaba a aprovecharme de todos ustedes, de su economía y productos. También vine a felicitarte por tener tal valor, te admiro por eso y espero que seas una gran república independiente.
Lituania sonrió y le dio un abrazo al ruso en forma de agradecimientos.
- muchas gracias Rusia pero...debiste haber esperado hasta mañana para decirme todo esto.
- lo se pero, mañana estaré ausente en tu hora de partida, de seguro mi jefe va a estar gritándome el tremendo discurso por haber permitido tu independencia.
- pues suerte entonces-dijo Lituania riéndose.
- también tu, que descanses- Rusia se levanto y se dirigió a la puerta.
- no olvides rezarle al señor antes de dormir-Lituania se levanto de la cama.
Rusia guiño el ojo y cerro la puerta de la habitación. Lituania lanzo un suspiro y se fue a dormir, mañana tenía muchas cosas que hacer.
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A la mañana siguiente los rayos de sol le perturbaron el sueño al báltico, se levanto notando nuevamente algo fuera de lo normal, sus enormes pechos se desvanecieron y ahora era normal, reviso dentro de su ropa interior y algo volvió a su lugar , corrió al espejo mas cercano para mirarse cuerpo entero.
- soy yo otra vez, soy nuevamente un chico.
Nuevamente en el cuarto, Lituania observo la ropa femenina que había utilizado, pensó un momento que haría con ella hasta que le llego la solución.
- se la regalare a Polonia.
Antes de partir de aquella casa se despidió de sus dos hermanos Letonia y Estonia. Entro silenciosamente para ver que aun dormían, el lituano se colocó en cuclillas y acaricio el revuelto cabello del leton, este abrió levemente los ojos viendo nublosamente la silueta de su hermano mayor, pestaño dos veces para aclarar la vista y allí lo pudo ver, frente a él con una cálida sonrisa en su rostro.
-Lituania, has regresado a la normalidad-dijo somnoliento y con un hilo de voz el pequeño báltico.
-¿me extrañabas?
El leton asintió aun con sueño, se le caían los párpados del cansancio, era comprensible, eran las cinco de la mañana, Lituania debia tomar el tren a las seis en punto.
-espero volver a verte Letonia, por favor no seas tan sincero con Rusia.
Letonia asintió y volvió a dormirse.
Luego Lituania camino hacia la otra cama donde dormía Estonia, Le sacudió el brazo para despertarlo.-Lituania, ya no eres una chica-se sorprendió.
Lituania asintió y le sonrió.
-es hora de que me vaya, hoy regreso a casa.
Estonia abrazo a su hermano mayor y le sonrió.
-buena suerte entonces.
-espero volverte a verte en poco tiempo-dijo lituania
Estonia le sonrió nuevamente.
-así será, Lo prometo.
Lituania agarro sus maletas y antes de salir por la puerta de entrada alguien le hablo por detrás.
-te olvidaste de alguien-una voz femenina y familiar escucho entre la oscuridad.
Lituania volteo para ver a Bielorrusia parada en su vestido azul.
-bielorrusia-se sonrojo el chico.
Bielorrusia camino hasta el para darle un abrazo, Lituania estaba confundido, la rubia nunca fue cortez con el.
-gracias por cuidar de mi nii-san...también a hacerme sentir querida por alguien, nunca lo note antes, siempre detrás de mi nii-san y no me di cuenta que alguien me quería...gracias, y por eso voy a obsequiarte esto.
Lituania estaba confundido hasta que vio los labios de Bielorrusia acercarse a los suyos y terminaron en un beso.
-¿eso significa que ya somos novios?-sonrío Lituania.
-tampoco te pases, por ahora solo amigos con derechos.
-me conformo con eso.
Lituania salio por la puerta, camino una cierta distancia y volteo a ver una vez más la casa de la unión Soviética, dio un suspiro y siguió su camino...Querido hogar, ya voy en camino.