¡Profesor! O// Rusame Amerus // Countryhumans //O

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La falda de cuadrados rozaban los muslos de las chicas, con risitas nerviosamente coquetas, sus dedos soltaban los botones de sus camisas para dejar a la vista sus esbeltos cuellos, con clavícula marcadas y un poco de escote, lo suficientemente para que la imaginación se pusiera a trabajar, los chicos daban miradas curiosas en intentos mediocres para disimular y a los pocos segundos hablaban entre ellos sobre sus compañeras.

Un resoplido salió entre los labios del chico, tenía suficiente de esta mierda, chicas fáciles e idiotas pervertidos; tenía el orgullo de decir que, a pesar de su altura, sus ojos nunca bajaron para ver el escote de una chica.
—Rusia.
—Profesor América, buenos días —. Contesto el ruso viendo al hombre de traje, él le sonreía. Odiaba su sonrisa y sus dientes blancos. Rusia odiaba que él lo tocará, pero cuando USA le puso la mano en la espalda no hizo nada, incluso a través de la tela pudo sentir sus dedos deslizándose un poco, sus labios se apretaron y casi tropezó.
—Ten cuidado.
—... Sí —. Odiaba su risa, y odiaba más que sus compañeras se rieran.

El ruido de la pizarra era desagradable.

—¡Señor América! —. Esa voz femenina era desagradable —¡Puede ser en 370 o 420 antes de Cristo! —. Y estados Unidos sonrió y felicito a la chica.

Lame Suelas.

Y odiaba más que sus nervios jugarán en su contra, era un hombre, pero al momento de empezar a guardar las cosas en su mochila sentía las manos y sus piernas temblar. Siempre era el último en salir del salón y era el único que siempre recibía una caricia de su profesor antes de irse.