6. Adrián

350 43 6
                                    

Respiré de forma pesada, miré como la profesora estaba escribiendo en la pizarra y saqué el celular. Como venía haciendo hace una semana, le escribí a Adrián con la esperanza de que, siquiera, le llegaran mis mensajes pero era inútil.

Hola ✓

estás bien? ✓

me estás preocupando :/ ✓

La campana sonó y yo guardé el celular, tomé mi mochila y salí con pasos lentos. No tenía una pizca de hambre y no quería someterme a las miradas asesinas de Isabella Cullen. Me había enterado de su nombre porque ya todos se habían dado cuenta de su mala cara al verme.

Alex me contó acerca de que Isabella y Edward eran novios, es por ello su reacción. Le contesté que yo en primer lugar no sabía eso y, en segundo, él fue el que llegó a la casa de Noah.

Ahora no tenía ni tiempo ni ganas de pensar en eso, suficiente tenía con descubrir que había tenido sexo con un chico al que apenas conocía. Aún Gael y sus amigos me piden perdón por dejarme ir así como así, pero yo les digo que no pasaba nada, estábamos todos borrachos y bromeaba con que tuve una noche mejor de lo que esperaba.

Entré a los baños y eché agua para refrescarme un poco pues había empezado a sudar. De un momento a otro, ya estaba imaginando los peores escenarios posibles protagonizados por Adrián torturado de distintas formas.

Me apoyé en los lavabos y marqué su número por milésima vez en la semana, todos me enviaban al buzón de voz.

— Te juro que si estás bien y no me hablaste nada más por tus huevos, yo mismo te ahorco ¿me entendiste? Por favor, dime que estás bien, amigo.

Corté y sentí mi cuerpo temblar, no aguantaba estar ni un minuto más aquí. Corrí a mi casillero y luego fui al aparcamiento. Estaba alargando esto por demasiado tiempo, tal vez Adrián sí estaba en peligro y yo estaba ignorante en este lugar.

— ¿Santiago? —Gael apareció sonriendo— Alex nos invitó a su casa para jugar con su nueva Xbox, ¿vienes?

— Lo siento, Gael. Mi madre se ha puesto muy enferma y necesito viajar de regreso a México.

Gael se entristeció.

— Pero hay cura ¿no?

— No lo sé aún, está muy mal en el hospital y no tiene quién la cuide, serán una semanas y volveré a Forks.

Me palmeó el hombro, me deseó un buen viaje y que mi madre se recupere. Me sentí muy culpable mientras terminaba de hablar con él y le pedí que me despidiera del resto.

¿Volvería? No lo sé, pero lo único que me importaba ahora era encontrar a mi amigo.

Caminé con pasos rápidos hacia la moto negra, que me esperaba en el otro extremo del lugar cuando vi personas acercándose a mi con rapidez. La típica lluvia de Forks hacía que no pudiera identificarlos.

No jodas

Eran los hermanos de Edward Cullen.

— Santiago —dijo la chica, su expresión era amable pero el color de sus ojos me incomodaba— tenemos que hablar contigo.

— ¿Cómo saben mi nombre? —un sentimiento de rechazo se apoderó de mi.

— Te están manipulando —el chico rubio habló con voz amenazadora y miró alrededor— hay que salir de aquí, vamos.

— No puedo, tengo que irme —me dispuse a seguir caminando—.

— ¿Es por Adrián?

— ¿Cómo? ¿Adrián está con ustedes? —.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Secretos | Carlisle CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora