¿Poseídos?

1 0 0
                                    

¿Poseídos?

Óscar del Águila

López-Pintor

1

Era una tarde nublada y volviendo a casa después

de un arduo día de trabajo, pues estábamos

capturando jabalíes por su superpoblación en la

zona. La carretera estaba cortada por obras, por lo

que tuve que desviarme, El camino más corto a

casa era una estrecha carretera en la que el bosque

se alzaba alto a su alrededor, frondoso, reduciendo

la luz de la tarde a unos poco rayos entre los

resquicios de las hojas.

Avanzando poco a poco por el camino empecé a

notar cómo caía una neblina en el bosque. Era

verano, pero el ambiente se tornaba bastante frío.

Un jabalí se cruzó a pocos centímetros de mi

coche, el susto fue descomunal, pero conseguí

esquivarlo, aunque por ello, el coche acabó en la

2

cuneta. Y para colmo, no había cobertura en el

móvil. Tendría que ir andando unos kilómetros

hasta casa y volver al día siguiente con la grúa.

Bajé del coche, cogí el material de anestesia, una

cerbatan

a y el

frigorífic

o portátil

con los

medicam

entos, no

podía

dejarlos

allí toda

la noche,

aparte de

ser un material muy valioso, los fármacos se

estropearían; comencé a caminar, me sentía

observado, no sabía por qué. Entre los ramajes me

observaba una criatura, con sus ojos grandes y

naranjas que brillaban en la creciente oscuridad, no

reparé en ella.

Continué caminando ante la ignorancia de que sería

el peor paseo y la peor noche que pasaría en toda

mi vida.

3

Anduve durante unos veinte minutos. Vi que el

camino daba un rodeo importante, por lo que decidí

atravesar el bosque; me consideraba una persona

con buena orientación, o eso creía. La luz era

escasa, pero por suerte había luna y reflejaba algo

de la luz que vertía el sol sobre ella.

El bosque se volvía cada vez más cerrado y se oían

las criaturas salvajes “conversar” entre ellas. Detrás

¿Poseídos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora