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La música se convirtió en su única forma de escape. Un escudo que lo protegía y ocasionalmente lo hacia sentir débil, pero, ¿eso realmente importaba? Odiaba sentirse débil, pero tenía demasiada pereza de lidiar con personas idiotas a sabiendas que nunca podría destruir sus cráneos contra una pared, aquel pensamiento causaba una amarga sonrisa en su rostro.

"Dance, dance"

"We're falling apart to half time"


La melodía resonaba en sus oídos, a veces dolía, pero era mejor que los murmullos afuera de sus auriculares, voces de imbéciles que aún sin escucharlos podía sentir el odio en los ojos puestos sobre el, personas  caprichosas y algunos ancianos que odiaban su existencia por simplemente...existir? Nunca encontraría una razón válida para ser así de rechazado.

Suaves manos se aferraron a sus hombros, la música dejó de sonar en su cabeza encontrándose con aquellos ojos esmeralda que aparecían en sus peores y mejores sueños.

El silencio.

Los rosados labios dejando salir palabras que su cabeza nunca grabaría pero daba igual, con tal de verlos era suficiente para memorizar la forma en que se movían haciendo bailar las pequeñas pecas que espolvoreaban su rostro.

"  and these are the lives you'd love to lead"


El chico frente a él decoro su rostro con una estúpida sonrisa, nauseas, esa sonrisa le hace sentir nauseas o eso cree el, prefiere pensar eso antes que las estupideces de "mariposas en el estomago", mueranse con mis jugos gástricos.

Odia y odiara siempre las canciones de amor.


"Odio Las Canciones De Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora