CAPITULO 1.

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Frente a un salón de Tatuajes ubicado en Ginebra Suiza, se encontraba un hombre alto de cabello dorado, aquel hombre que estaba vestido de negro, ahora caminaba directamente hacia la Tienda. Al entrar, asintió con la cabeza al personal de la tienda en un gesto amistoso.

—¿Dónde está el zorro?— preguntó aquel hombre, mientras que a quien se dirige sabe muy bien a quien se refiere.

—Está adentro, justo ahora está haciendo un tatuaje para un cliente en el salón uno— respondió el empleado, la otra persona asintió en aceptación, antes de ir directamente a la sala de tatuajes en el interior.

En cuanto abrió la puerta, en aquella sala de tatuajes privada; el sonido de la música de violín era fuerte mezclados junto al ruido que hacían las herramientas con la cual diseñaba el tatuaje. Su sola presencia causó que el joven de apariencia alta, airada y quien vestía sencillamente con una camisa blanca dejando ver sus tatuajes en su brazos y cuello, de cara asiática lo mirase un momento antes de levantar una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios.

—¡Hola Bill!— gritó con una voz profunda mientras que su mano aún reposaba sobre el tatuaje en la hendidura redonda del pecho de una mujer.

Bill o Billy camina derecho para apagar el estéreo para poder hablar tranquilamente con la otra persona sin demasiado ruido. De hecho, en ese salón no debía ingresar nadie más que solo el cliente y quien haría el trabajo, pero la familiaridad con Billy permitía que este entrara sin recibir algún reclamo con este tatuador alto y delgado.

—Este tipo es demasiado perturbador para mi estética— espetó el joven con una sonrisa demostrando así, que está de buen humor. En cuanto a la joven cliente no se avergonzó que la otra persona entrara a la sala a pesar de estar con el torso desnudo.

—¿Estás de humor por tu estética, Keith?— preguntó Billy, por lo que Keith sonrió un poco aun cuando sus manos seguían trabajando en el tatuaje de la mujer.

—¿Qué tipo de trabajo tuviste que traer aquí, Billy?— inquirió Keith

—Cuida de Tommy Wells— respondió brevemente Billy, sin embargo, en lugar que Keith mostrará una mueca de sorpresa por tal nombre, resultó ser que la joven clienta que yace en la cama siendo tatuada, luciera ahora sorprendida.

—¡¿Estas hablando de Tommy Wells, el cantante famoso en Estados Unidos?!— preguntó la mujer emocionada.

—Si— dijo Billy

—¡Wow! ¿Viene a dar un concierto a Italia? ¡Yo compré un boleto también!— contestó de nuevo la mujer mientras que Keith mantenía su rostro inmovil porque no sabe mucho de este cantante, aun así, Billy asintió.

—Espera un minuto, Athena— Keith decidió tomar un momento para poder hablar con Bill llevando al hombre fuera de la sala tatuajes y luego ir a su pequeña oficina. —Dime los detalles— dijo Keith al entrar a la oficina al tiempo que tomaba un cigarrillo para encenderlo.

—No hay nada de diferencia, es la misma función de siempre, el equipo de Tommy Wells quiere un guardaespaldas experto, alguien ágil para escoltar a Tommy todo el tiempo que estará dando el concierto en Roma— respondió Billy.

—Tienes muy buena gente capacitada a tu lado— espetó Keith con una leve sonrisa en la comisura de su boca, haciendo que la cara de la otra parte se vea un poco malvada y voluptuosa al mismo tiempo.

—Es cierto que tengo gente capacitada, pero no olvides que tu eres uno de ellos, tal cual vino su manager para sugerir que fueras tú— exclamó Billy, sin embargo, incluso si nadie sugiriera a Keith, Billy quería que él se hiciera cargo de ese trabajo.

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2023 ⏰

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EL TATUADOR DE ROMA (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora