Prólogo

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Hoy es 24 de mayo, aun se me hace difícil creer lo rápido que ha pasado el tiempo, parecía ser ayer cuando aún estaba con mi familia. Quien diría que acabaría tan solo.

Creo que no hay nada más fuerte que la soledad, extraño esos momentos tan alegres que vivía antes. No creo poder aguantar más esta situación, no puedo evitar pensar en mi familia.

Mi hijo, solo quisiera poder compartir más tiempo con él.

Maldigo el día en el que me metí en esto, quisiera no haber cometido aquel error, ya a estas alturas sería difícil enmendarlo si no es que sería imposible. Él no me lo permitiría.

Estoy cansado de estar aquí encerrado, no me importa si mi libertad significaría morir. Ya no aguanto estar así, Sí no hago nada al respecto nadie lo hará.

Solo debo enfrentarlo.

Gracias a Dios soy una persona muy influyente y nunca me llamo la atención perder el tiempo si hacer nada, gracias a mis influencias es por lo cual llegue tan lejos y gracias a ellas pude conseguir todo lo que tengo.

Pasar tiempo solo también tiene sus ventajas, tuve todo el tiempo del mundo para aprender todo lo que pude, ojala todo esto me sirva de algo.

Ya llevaba bastante tiempo ideando un plan factible, pero contra él todo sería inútil, tendré que jugármelas aunque mi vida estaría en juego. Me preparo lo mejor que puedo, me armo de objetos mágicos de gran poder y trato de metalizar lo que estoy a punto de hacer.

Rompo el hechizo de sellado que me mantiene atrapado, trato de escapar lo más sigiloso posible, aunque basto un par de segundos para que me detectaran.

— Oye, oye, ¿Qué crees que estás haciendo? — dijo uno de los dos sujetos que aparecieron a mis espaldas — ¿vas a alguna parte? ¿Qué acaso no recuerdas el trato que hiciste con nuestro jefe?

— ¡Claro que lo recuerdo! Es solo que ya me aburrí de él —respondí mientras me volteaba para poder detallarlos mejor, es un alivio ver que solo son un par de humanos con mucho poder — ¿Sabes? Creo que iré a dar una vuelta.

— Eso debiste haberlo pensado antes de meterte en esto —dijo el otro sujeto mientras ambos se abalanzaron hacia mí para detenerme. Pero cayeron en una de las trampas mágicas que había puesto anteriormente.

Me despido de ellos con una expresión muy burlona y trato de huir lo más rápido que puedo, hacer portales es algo que aún me cuesta controlar pero es la forma más eficiente de poder escapar de él.

Trate de hacer uno que me llevara directo a la ciudad en donde viva, pero al entrar al portal este me dirige a un especie de desierto y no sé su ubicación.

— Maldita sea ¿Dónde demonios estoy?— dije en voz alta.

— Estas a punto de morir idiota—respondió un sujeto a unos cuantos kilómetros de mí.

« ¿Quién carajos será?» me pregunte a mí mismo un  tanto sorprendido pues no esperaba encontrarme con alguien en el medio de la nada.

Cuando de repente, esquivé un feroz ataque de energía oscura, pareciera poder verlo en cámara lenta mientras me cortaba una pequeña parte de mi mejilla. « Maldición, es él… ¿Cómo logro encontrarme tan rápido? En serio es alguien de temer.

— Oye, oye viejo, calmémonos un poco ¿Quieres?—dije acercándome un poco y analizando muy bien la situación —hace tiempo que no nos veíamos ¿Por qué me recibes con tanta agresividad?

— No hagas perder mi valioso tiempo y terminemos con esto—me respondió tomando una postura más calmada —Tu sabias muy bien cuál era el trato.

— Sí, pero, esto es horrible. Me prometiste todos los lujos que quisiera pero estar encerrado no era parte del trato—le respondí mientras preparaba un poderoso artefacto mágico —Lo único que deseo es poder volver con mi familia.

— Todos los humanos son iguales, nunca aprenden—decía mientras concentraba energía oscura un su mano derecha —¿Sabes? A mi lado podías tener todo el poder que desearas. Pero bueno ¿Qué puedo hacer? Sí lo que quieres es volver con tu familia, felizmente los puedo reunir en el infierno.

Rápidamente me ataca liberando una poderosa onda de oscuridad el cual apenas logró detener gracias al artefacto mágico que estaba preparando.

« Esto es algo muy impresiónate » pensé mientras miraba al objeto y sin percatarme cae una gota de sangre sobre el. Al revisarme la cara me di cuenta que el infeliz había logrado alcanzarme con su ataque, me había logrado realizar un gran corte en mi rostro.

Lo positivo es que no siento nada de dolor debido a la adrenalina que siento justo ahora.

Me acerco hacia el tranquilamente para atacarlo, él no puede hacerme nada pues el artefacto que utilicé puede permitirme manipular el tiempo y justo ahora él se encuentra paralizado.

Es bastaste curioso este objeto, es una lástima que solo pueda usarlo una sola vez… y pensar que tarde más de medio año en poder llenarlo de energía para este momento.

En fin, aproveche el tiempo a mi favor y sane las heridas que me había hecho, pero la última no sanaba del todo, solo pude detener el sangrado. Tomo mi tiempo para preparar mi mejor ataque y vuelvo el tiempo a su normalidad.

Él recibe mi mejor ataca sin chances de poder esquivarlo, sale disparado y es enterrado vivo en una gran duna de arena. Aprovecho que está un poco aturdido y preparo rápidamente otro portal para escapar de él.

Sé que aún no estoy a nivel de un demonio, no estoy ni cerca—dije realizando el portal con éxito y preparando también otro objeto mágico —Lo mejor que puedo hacer es escapar de ti lo antes posible.

¡Tú, no iras a ninguna parte!—grito mientras se dirigía a mí a toda velocidad.

Rápidamente activo un hechizo muy básico, trata de un campo de fuerza inmune a los ataques físicos pero que es muy fácil de romper con cualquier tipo de magia por más débil que sea. Pero combinada con un objeto mágico que anula la magia lo hace prácticamente indestructible.

Mi plan era atraparlo dentro de ese campo de fuerza para permitirme escapar.

Y si logre ejecutarlo, pero no pensé que sería tan rápido y logro atacarme justo antes de que lograra encerarle.
Quemo gran parte de mi brazo izquierdo, ya no creo poder ni siquiera moverlo.

Es increíble lo poderosos que pueden llegar a ser los demonios.

— Maldito, no puedes escapar para siempre—me dijo muy frustrado tratando de salir del campo de fuerza.

— Lo sé, pero esto me dará algo de tiempo—le respondí mientras huía por el portal.

Esta vez sí logre, hacer bien el portal y aparezco dentro de la habitación de mi hijo, él estaba dormido, apenas tiene 5 años pero ya lo veo muy grande, ha crecido mucho.

Se me escapan las lágrimas de los ojos al verlo tan tranquilo, tan inocente del mundo que lo rodea.

No puedo darme el lujo de estar mucho tiempo con él, la magia que use para encerrar a aquel demonio solo durara unas horas, aprovecho todo lo que logre conseguir y le hago un sello mágico que lo ayudara bastante para preparase al mundo.

Este sello lo ayudara a desarrollar todas sus capacidades.

Ya no me queda más tiempo, me despido de él dándole un pequeño beso en la frente. Luego preparo un hechizo para desparece todos mis rastros y desaparecer.

Natsu, sé que vas a lograr grandes cosas a futuro. Es una lástima que no pueda estar presente para ti.

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Gaikan
“Apariencias”

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Soy escritor amateur, espero les guste.
Aceptaré todo tipo de consejos y trataré de responder a sus preguntas.

GaikanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora