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El reloj ya marcaban las 4 de la mañana y lo que sería "rápido" según Izuku terminaron siendo unas 4 o más rondas de sexo. Ambos yacían en la cama agitados y sudorosos, Izuku aprovechando se acomodaba para dormir pero su comodidad se vio interrumpida por la ropa que lanzó el rubio.

- No te quedarás - dio media vuelta y se subió el boxer.

- Pero .. Katsuki - rápido se levantó y lo abrazo por su espalda. - Porfavor, tú sabes que no es solo sexo. -

Katsuki río sarcásticamente y se soltó del agarre. - Es solo sexo, Deku deja de ilusionarte y pasar vergüenza -

- Eres malo .. - soltó triste y sin más salió de la habitación.

El rubio suspiro, el sabía que seguir cojiendo con Izuku no ayudaría a la situación pero así como él, el menor también sabía y sin embargo este seguía tocando su puerta a la 1 de la madrugada. Era una situación tóxica y difícil de sobrellevar y aún así Bakugo no tenía idea de que debía hacer.

Suspiro y agitó su cabeza levemente para despejar su mente.
Agarró una toalla dirigiéndose al baño pero al abrir la puerta se acordó de su pequeño inquilino.

- ¡Hay dios! - comenzó a llamarlo y a buscarlo - michi michi michi - busco en la ducha, en el lavado, en el inodoro, debajo de la cama, debajo de los muebles, en el escritorio y por último en la terraza. El gato bicolor no aparecía y eso comenzaba a desesperarlo.
Comenzó a sentir como su respiración fallaba y su vista se nublaba, su cabeza permanecía activa pensando y pensando donde podría estar, si estaba bien, si estaba sano o si seguía vivo.

- Gatito aparece porfavor - las fuerzas que le quedaban abandonaron su cuerpo haciendo que callera de rodillas al suelo se alarmó cuando sintió como sus ojos se humedecían. No podía llorar era Katsuki Bakugo, pero aún así su gatito no aparecía, el gatito que había adoptado hace menos de 5 horas había desaparecido. Su corazón se aceleraba sin parar.

El pequeño minino comenzó a sentir un aura de estrés a lo que asomo su carita y comenzó a maullar bajito.

Una luz iluminó el alma de Katsuki al sentir esos maullidos, respiro profundo y volvió a analizar toda la habitación hasta que sus ojos se posaron sobre la pequeña cabecita que se asomaba por las puertas del armario.

- Por dios - camino hacia el y lo cargo - no me vuelvas a asustar así bebito - dijo mientras acaricia su lomo, camino hacía su escritorio y lo apoyo sobre la mesa - ¿Debes tener hambre no? Lo siento chiquito fui un completo descuidado - sintiéndose mal y culpable por lo mal que cuido de el, busco en su heladerita sacando una leche de cajita, tomo un potesito y virtio sobre el un poco de leche. El gatito comenzó a oler el pote y unos segundos después comenzó a lamerla.

- Menos mal que te gusta .. - seguía dándole caricias en su lomito. - Deberia ponerte un nombre chiquito .. - apoyo su cabeza sobre su propia mano.

El gatito lo miro y camino en dirección a la botella de jugo de fresa el cual comenzó a lamer.

- Oo te gusta eso? - río bajito y lo alejó de allí - Te puede dar algo si lames eso lleno de gérmenes - lo acerco a su cara chocando sus narices - Te diré fresita - sonrió genuinamente y cargándolo se dirigió a la cama - Es hora de dormir -

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Era una nueva mañana, tristemente para Katsuki seguía siendo la peor semana dejando de lado que había encontrado a su hermoso gatito, pues había logrado dormir tan solo 3 horas.

- Muy bien Fresita te dejaré solito unas horas, pero te dejaré comida y mantitas para que estés como en casa - y así como dijo preparo todo.

Mí gatito 🍓 [bakutodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora