¡Hola, hola!
Algo corto y dulcito para calentar el corazón, inspirado del canon durante la guerra . Escribí esto de mi para mi porque hoy es mi cumpleaños.
¡Disfruten!
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Shunsui se ve en el espejo por primera vez desde que la guerra comenzó.
Había sido una verdadera catástrofe. Se perdieron vidas preciadas y quedaron profundas heridas, unas que sanarán más pronto que otras. Shunsui, aunque ya sin dolor, aún siente un cosquilleo desagradable en el ojo que perdió durante la batalla. No fue lo único, por supuesto, pero Shunsui salió ganando a comparación de otros.
Sin embargo, lo que menos importa ahora es su nueva discapacidad.
La tela blanca perfectamente doblada a su costado, que se refleja también en la imagen ante él, trae un peso enorme de una nueva responsabilidad y compromiso. No había ni siquiera procesado la partida de ese maestro suyo cuando en seguida se le asignó tomar su lugar. Lo entiende, están en un momento crítico después de todo, pero ahora necesita digerir esto también.
De un momento a otro, Shunsui dejará de ser el perezoso capitán del escuadrón ocho para tomar las riendas del seireitei entero en el escuadrón uno. Cómo puede cambiarle la vida incluso a un viejo como él.
Shunsui siente los pasos aproximarse, pero no reacciona hasta que dos manos se posan sobre sus hombros.
—¿Todavía aquí, Shun?
La voz profunda, bajita y cariñosa, acompaña el gesto. Shunsui tiene la silueta en el espejo, pero prefiere girarse para mirarla directamente. Juushiro, herido y aún débil, viste de verde jade como el tono de sus ojos. El largo cabello blanco está recogido en una coleta baja y, a pesar de continuar recuperándose, le dedica una sonrisita dulce. Shunsui deja escapar un pequeño suspiro que no sabía que estaba conteniendo, liberando un poco de sus tensiones. Quisiera decirle que regrese a descansar, pero realmente lo necesita en estos momentos.
—Aún no estoy preparado.
Es más que solo vestirse y Juushiro, como es de esperarse, lo entiende. Se mueve y esta vez posa las manos en el rostro de Shunsui, haciendo que lo mire directamente a los ojos. La expresión de Juushiro realmente lo reconforta.
—No estás solo, apóyate más en mí. ¿No es lo que hemos hecho siempre?
Y Shunsui lo hace. Se inclina hacia el tacto cálido y cierra el ojo cuando los pulgares acarician sus mejillas. Ha pasado mucho en tan poco tiempo, pero si de algo está seguro es que puede hacerle frente a cualquier cosa mientras siga teniendo a este hombre a su lado... No importa cuanto cambie todo, pertenece a su Juu.
—Ahora, ven aquí.
El contacto se va, para pesar de Shunsui, y Juushiro se concentra ahora en el haori olvidado. Lo desdobla con cuidado, lento debido a su condición, y viste a su nuevo portador con la misma delicadeza. Primero un brazo, luego el otro y por último alisa la tela en el pecho. Shunsui no se pierde ningún movimiento, quietecito dejándose atender, y pronto se ve en el espejo...
Es el mismo blanco que ha vestido durante décadas, pero se siente tan diferente. No solo el número en la espalda ha cambiado, también lo han hecho las cargas. Incluso, deberá cambiar de residencia, de gente, de rutina... Ugh , de solo imaginarlo se siente inusualmente estresado.
Y los pensamientos se dispersan cuando Shunsui siente una tela más. El haori rosado y llamativo, tan característico en su persona, que Juushiro coloca personalmente sobre sus hombros.
—Ya está —Juushiro observa su trabajo con satisfacción.
—Juu...
Shunsui atrapa las manos sobre su pecho y las lleva a sus labios, venerándolas con un pequeño beso. Más que agradecerle por estar aquí en estos momentos, solo ellos dos en sus aposentos, lo hace también por ser un apoyo incondicional a lo largo de su existencia. Es consciente de que Juushiro lo sabe, pero a Shunsui le gusta recordárselo cada vez, así sea solo con acciones.
Pasan un pequeño rato en la misma posición, hasta que la voz de Juushiro le da el último empujón:
—Ve y hazme sentir más orgulloso de lo que ya lo estoy, capitán comandante .
El corazón de Shunsui se sacude por la voz y el nuevo título. Y se fija directamente en los iris jade, cristalinos de orgullo genuino, y se inclina capturando en un tierno beso los labios agrietados... Su vitamina personal.
Shunsui todavía se siente un poco desorientado, pero solo necesita la confianza de Juushiro para saber que realmente puede con todo esto.
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Notas finales: ¡Gracias por leer!
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Amor es ser incondicional | Bleach
Fanfiction[Kyoraku/Ukitake] Un pequeño momento durante la guerra.