Capítulo Dos.

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Con lentes de sol puesto, traje pulcro y aura dominante, Jeon Namjoon había llegado al edificio donde su hermano menor trabajaba. Quería darle una sorpresa, pues estaba enterado de que su hermano lo esperaba para está noche, sin embargo las ganas de verlo y compartir momentos con él eran tantas que había decidido cambiar la hora de su vuelo y estar Corea antes de lo previsto.

—Muchas gracias, que tenga buen día, señor –haciendo una reverencia, Jeon Namjoon se dispone a entrar por la gran puerta rotatoria de aquel edificio, teniendo presenta las miradas curiosas y suspiros enamorados que le daban a su atractiva persona.

Sonríe coqueto cuando se acerca a recepción y la chica detrás del escritorio se acomoda el cabello antes de darle la bienvenida.

—¿Lo puedo ayudar en algo? –pregunta con respeto mientras le mira atraves de sus anteojos.

Namjoon asiente, sacándose sus lentes —Si me es tan amable, estoy buscando a Jeon Jungkook.

La chica -que por su olor supo que era Beta-, suelta una pequeña exclamación antes de buscar en su computadora los horarios de todos los empleados del lugar. Sintiendo el fuerte olor a roble del Alfa, ésta apresura su búsqueda pues no quiere hacerlo esperar de más, pues ante su gran interes en el alfa frente a ella, su empleo era más importante.

—¡Aquí está! –llamando la atención del alfa, quien se había distraído en observar los nuevos detalles del edificio, voltea a ver a la Beta dejando a la vista un precioso hoyuelo. La chica sonríe nerviosa tratando de controlar su aroma a galletas –El joven Jeon salió a comer, pero estará de regreso en 10 minutos –aclara.

Namjoon, con una leve reverencia, se despide de la chica antes de ir al área de espera y tomar asiento en una de las bancas, en espera de su hermano y -seguramente- mejores amigos.

Haciéndose el ciego ante las miradas de los demás presentes, decide sacar su teléfono y distraerse mientras tanto.

—Solo digo que la nieve de napolitano debería de tener más bolas en el vaso –reprocha el castaño por tercera vez en el trayecto de regreso al trabajo

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—Solo digo que la nieve de napolitano debería de tener más bolas en el vaso –reprocha el castaño por tercera vez en el trayecto de regreso al trabajo.

La cosa iba así, ambos Omegas habían decidido llevarles nieve en vasito a sus amigos bailarines, pues para Jin esa era una forma de llamar la atención de Jungkook, el cual amaba ese sabor. Todo iba bien hasta que el Omega mayor notó las pocas bolas de nieve que le ponían al vaso, iba a reclamar, pero su pequeño amigo intervino y recibió la bolsa antes de arrastrarlo fuera del local.

No quería llamar la atención más de lo que ya lo hacía, pues estaba conciente que ambos eran unos Omegas muy hermosos y eso de por sí atraía miradas.

—Por el precio, yo lo veo genial –se encoge de hombros a la vez que entran por las puertas deslizables del edificio. Taehyung odia a muerte esa condenada puerta rotativa por lo que suele ignorarla y esquivarla.

Torpe Alfa || KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora