Missing you || Saga Y.O.U #1

06. Una propuesta.

Querido diario:
¡Cinco meses sin hablar! Te preguntarás por qué... Bueno, me dediqué a mis estudios y a Tadashi. A reforzar nuestra amistad, la cual quería modificar un poco y volverla algo más serio. Todo ese tiempo tiempo bastó para conocernos bien y hacernos muy buenos amigos, hasta esta tarde, claro. ¡Estoy tan emocionada por contartelo!
Aquí va:
Un viernes normal de clases y de trabajar en mi proyecto, el cual debo entregar al final de este ciclo escolar. Ya eran las cuatro de la tarde cuando decidí que era hora de irme a casa, cuando me topé a Tadashi. 
—Hey, hola —saludé esperando sonar casual y cool.
—Hola Honey Lemon —se rascó la nuca al tiempo que habló. Se veía nervioso y recuerdo que también se había sonrojado un poco. Yo creía que era por el calor, ¿qué más pasaría en junio?
—¿Estás bien? —el calor no es excusa para no comportarme amable. Este chico es muy especial, y en ese momento yo sólo quería hacerle saber que podía contar conmigo para todo lo que necesitara. Lo que una chica hace por un chico, Dios mío.
—Si, gracias —suspiró—. En realidad, quería preguntarte algo.
Me quedé helada ante esa simple frase, mi primer instinto fue pensar en que tal vez quería preguntarme que fuera su novia, pero deseché la idea inmediatamente. «Cero ilusiones» era mi filosofía en ese momento.
—Sueltalo —lo animé.
—¿Te gustaría ir a comer a el café de mi tía? —ahí estaba el por que de mi filosofía. El sólo quería llevarme a el café de su tía. Al menos por ese rato.
—¿Ahorita mismo? —asintió— Entonces vámonos, ya iba de salida.
Sorpresivamente, el me tomó de la mano y yo no pude hacer otra cosa más que sonrojarme y tratar de mantener una conversación normal sin titubeos o estupideces saliendo descontroladamente de mi boca.
Llegamos a el Lucky Cat Café después de unos quince minutos de caminata y una mujer joven y muy enérgica, castaña, nos recibió.
—¡Tadashi! —lo abrazó y después le jaló la oreja— ¿Por qué no me dijiste que traerias a una chica? Hubiera preparado la cámara.
Solté una pequeña risitas ante el comportamiento de la mujer y el rostro de Tadashi.
—Lo siento Tía Cass, ¿podrias prepararnos el especial?
—Claro cariño, ¡Hiro! —un chico de unos trece años bajo las escaleras y tenia cara de cansancio. El era el hermano prodigio de Tadashi. Hiro Hamada.
Lo saludé con una sonrisa y el, tímido, me la devolvió. Tadashi le susurró algo que yo no escuché, pero que hizo que el pequeño lo golpeara con el brazo.
Terminamos ordenando una docena de rosquillas especiales, y me comí seis. Ahora me siento gorda, ya se me pasará. Cuando terminamos de comer, Tadashi me llevó a su habitación. Me quedé quedé petrificada ante eso, pero terminé aceptando. No quería ser descortés. Una vez arriba, estuvimos platicando un rato y después después se acerco a mi.
—Honey Lemon, quisiera preguntarte algo.
—¿Qué cosa?
Estoy segura de que mis ojos brillaban.
—Llevamos un tiempo saliendo como amigos y me he cansado de eso, ¿Quisieras ser mi novia?
Obviamente dije que si. Era de esperarse que yo dijera que si. Mierda, estoy tan feliz.
—Si, Tadashi —respondí y después ya nos estábamos besando. No salvajemente, fue un tierno beso. Después de eso, me trajo a mi casa y aquí estoy ahora. Escribiendo todo. Tengo una sonrisa de idiota en el rostro. Aun no lo creo. Recuerdo cuando te conté por primera vez de el, ahora ya somos una pareja. Y estoy segura de que el es el indicado.