You Want To Play With Me [Hazbin Hotel]

8-

Estaba satisfecha, el demonio radio ya llevaba dos meses perdidamente enamorado de ella. Ella misma terminó su relación con Vaggie, fingiendo tristeza, con el único pretexto de "Tú mereces a alguien mejor que yo, yo solo soy una escoria a tu lado Vaggie, tu mereces a otro ser que este a tu alcance" Vaggie lo acepto, y al poco tiempo volvio a tener pareja, y esa pareja no era nadie más que Cherri bom, la autoproclamada el caos de territorios, amiga de Angel dust. Después de su ruptura, siguieron siendo muy buenas amigas, no hubo problemas. Ella siguió el mismo ejemplo de Vaggie, discreto para no levantar sospechas. Ahora ya estaba envuelta en problemas mucho mejores, su vida ya no sería tan monótona.

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Las puertas del hotel se abrieron a primera hora del día, como siempre, con el único cambió de que por primera vez, llegaron personas.

Un chico de nombre Baxter, y una chica de nombre Crimini.

Ambos chicos se hospedaron en el hotel para poder adquirir su ascendencia al cielo para poder descansar en paz. Charlie no cabía en goze, estaba segura de que estallaría de alegría, ¡al fin! Todos en el hotel estaban felices.

–¡Toots! ¡ya tienes clientes!– grito emocionado Angel dust, quien unió sus manos junto a las de Charlie, comenzando a dar brinquitos de alegría acompañados de gritos eufóricos.

–¡Oh Angel! ¡no sabes lo feliz que estoy! ¡siento que estallare del goze más puro!– tenía una gran sonrisa en su rostro, mostrando una hilera de dientes blancos y relucientes, los pequeños hoyuelos que se hacían en sus mejillas la hacían lucir incluso más adorable de lo que ya era. ‐¡oh Angel! ¡te juró que quiero llorar a mares por esta gran emoción!‐ solto las manos de Angel y se talló los ojos, quitandose las lágrimas que pretendian salir de sus hermosos ojos rojizos, sus mejillas estaban ligeramente sonrosadas.

–¡Felicidades, cariño! ¡esto se tiene que celebrar! – Dijo Alastor, yendo a donde su socia para darle una cuantas vueltas alrededor de su eje.

‐jeje ¡Al! ¡para, me mareas!– dijo entre risas.

–¡Felicidades Charlie! – grito Vaggie, corriendo a abrazar a su amiga, siendo correspondida.

–¡Vaggie! ¡podré cumplir mi sueño!– se separo de ella, uniendo sus manos a la altura de su pecho. Estrellas se podía ver en sus ojos.

—. ¡Y para cuándo la fiesta! – Angel la alzó, poniéndola sobre sus hombros.

Todos estaban felices, festejaban los primeros clientes que el hotel tenia.

La inmensa felicidad que sentía en ese momento fue disminuyendo poco a poco, al sentir que su rostro hizo una mueca rapido la cambió por una sonrisa calmada.

A pesar de que tenia clientes, no estaba feliz, desconocía el motivo de su aparente neutralidad, Ángel la bajo con suavidad, viendola de manera tierna.

—. Felicitaciones muñeca, ya verás que lograrás tu sueño de rehabilitar a pecadores y podras salvar a este infierno.

Le acarició la cabeza con suavidad despeinandola un poco.

—."Y yo estoy aquí... llorando sola en mi habitación"

Penso la chica de mejillas rojas, un recuerdo cruzó por su mente, recordándole que antes de que decidiera su plan todos se burlaban de ella. Recordo como en la real academia le hicieron pasar malos momentos, recordo esos momentos en que Dalia se burlaba de ella, recordo como casi todas las noches lloraba en su habitación en la penumbra de un rincon, la masacre que inició un día de esos no la logro saciar, queria más, su ambición llego a tanto que empezo a desear el trono, no solo por una razón,  si no por muchas más razones.

Sonrió al ver como ahora todo comenzaba a cambiar.

—. Si... ¡Por supuesto que lo lograré! Ustedes estan conmigo y estoy segura que me ayudarán a cumplir mi sueño.

Sonrió a ojos cerrados, abrazo el torso de Angel y escondió su cabeza entre su pelusa, una sonrisa macabra se termino de formar en su rostro.

—. Lo lograré... cueste lo que cueste...

Susurró y se separo del abrazo.

Se dio la vuelta y caminó a las escaleras, en donde la esperaba su pequeño gatito. Llave.

Subió las escaleras, encargandose de que nadie la vigilara.

Camino hasta un pasillo que parecía no tener fin, llego a medio pasillo, extendió la mano, tocando la pared invisible.

Volteó hacía atras, asegurandose de que nadie la veia.

—. Llave inversa. Voltea y has de tu poder una más de mis hilas. Abre tus alas y abrázame, absorbente y disminuyente, dejame entrar.

Cerró los ojos, para poco después sentir como un fuego abrazador la cubría, abrió los ojos, estando ya en otra dimensión.

Comenzó a caminar, apagando los pequeños fuegos que había en su cabello.

–. Fuego eterno y querido, guía a esta princesa entre tus brazos al abismo infernal... Iluminame con tu fulgor y hazme sentir placer...

Se acercó al final de la dimensión, donde había un inmenso abismo negro. Se giro, dándole la espalda a toda esa oscuridad. Extendió los brazos y cerro los ojos con una sonrisa. Sus cuernos salieron de su cabeza, sobresaliendo de su cabello. Si cola salió y se enroscó. Se dejó caer al inmenso abismo, soltando una risita que se fue escuchando a través de como ella caía, su risa se desvaneció junto con ella en esa inmensa oscuridad...