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Se estremece involuntariamente leyendo el último mensaje, sabiendo que lo que sea que Louis tenga reservado, valdrá la pena al cien por cien.
Enviando de vuelta un corazón, una berenjena y un emoji de melocotón, baja su teléfono, decid...
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"Mierda, Gem, no me puedo creer que haya ganado" Harry se desliza una mano por el pelo, todavía un poco borracho, con un rubor en las mejillas. Después de la ceremonia, está en su camerino cambiándose de ropa para el after party.
Gemma le da una palmada en la espalda, con una sonrisa que le parte la cara por la mitad. Se emborrachó antes que él, sabiendo que podía quedarse inconsciente en el hotel cercano al edificio. Es seguro decir que aún siente los efectos del alcohol, aunque ha ido disminuyendo con las copas mientras Harry seguía tomando copas en el escenario y en su mesa cada vez que podía.
"¿Hablas en serio? Yo sí puedo. Estás hecho para esto, Hazz, lo juro".
Harry suelta una risita. La otra noche ganó dos Grammys y ahora cuatro Brits. Sabe que tiene mucha suerte, que es un privilegiado, etc., pero es una locura que ésta sea realmente su vida.
Gemma interrumpe sus pensamientos: "Date prisa. Tengo previsto irme a mitad del after party, así que cámbiate y hazte las fotos para que pueda irme a dormir". Le besa la mejilla, felicitándolo de nuevo, antes de marcharse.
Exhala un profundo suspiro, con una sonrisa en la cara. Chasquea la lengua y busca su teléfono en el bolsillo. Nunca ha sido de los que lo llevan siempre consigo, sobre todo en las grandes galas de premios.
Su mano lo envuelve y un sonido de satisfacción sale de su garganta. La pantalla del teléfono se ilumina con un solo toque, sólo aparecen unas pocas notificaciones (Dios bendiga la función No molestar), sólo las de las personas más importantes.
Harry devuelve los agradecimientos a algunas personas, un largo y sincero mensaje a su madre, pero se detiene cuando ve unos cuantos mensajes de Louis. Sus dientes se hunden en el labio inferior, resistiéndose a sonreír.
Lou
MIERDA HAZZ
mi pequeño ganador
tan orgulloso de ti
no puedo esperar a que llegues a casa
tengo algunos planes ;)
Se estremece involuntariamente ante el último mensaje, sabiendo que, sea lo que sea lo que Louis le tenga preparado, va a merecer la pena al cien por cien.
Le responde con un emoji de un corazón, una berenjena y un durazno, deja el teléfono y decide arreglarse y seguir con la noche para volver con su marido.
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La puerta cruje al abrirse. Son poco más de las dos de la madrugada, la fiesta lleva más tiempo del que Harry se había dado cuenta hasta que ya es demasiado tarde. Ese es siempre el único inconveniente de las galas de premios, se alargan hasta medianoche y luego hay unas cuantas fiestas posteriores a las que tiene que ir. Siempre están bien, pero Harry se cansa al cabo de un rato.
