:¨·.·¨: 𝗣𝗿𝗶́𝗻𝗰𝗶𝗽𝗲. 𖥸
ꕤ﹝𝘢𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯﹞ꕤ
La gente pensaría que un príncipe lo tendría todo y más, y si bien Build es sumamente feliz siendo muy querido por todos en su pueblo y por sus padres los reyes, hay algunas cosas puntuales q...
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Lo hablado en lengua de señas estará encursiva y lo escrito a lápiz será entre "comillas".
Por lo general las historias en libros o películas tienen un hermoso final romantico familiar en navidad, con luces y regalos, pero lo cierto es que la historia de Build no termina en navidad, sino que comienza.
Fue un veinticuatro de diciembre en la noche a sus siete años en que obtuvo un preciado regalo.
El tema aquí es que toda esa semana el palacio había sido un caos, las decoraciones de última hora, comprar los alimentos para la cena, su mamá que necesitaba un vestido y su padre más ocupado que el mismo Santa. Tan ocupado estaba que tuvo que contratar a un asesor, hombre que lo sería desde ese día en adelante cabe decir.
El señor Sumettikul era amable, trabajador, esforzado o eso le decía su papá y para un principito que no ha conocido más que su palacio el señor Sumettikul era todo un espectáculo.
— ¿Te agrada el Señor Sumettikul? — Su padre le habló moviendo sus labios y con signos pues Build aún estaba aprendiendo a leerlos.
—Si, me cae muy bien, papá— Él solo signó.
— ¿Lo invitamos a la cena de Navidad?
— ¡Si! — Hizo el gesto con emoción.
Así fue como la víspera de navidad trajo consigo al Señor Sumettikul y a su pequeño hijo, un año mayor que él, Bible Sumettikul.
Bible era genial, había jugado con él rápidamente sin importarle que Build fuera un pequeño príncipe o que no pudiera oírlo o hablarle.
Ellos hablaban un idioma propio, apuntando cosas, dibujando ideas, con señas fáciles y con muchas sonrisas. Este idioma suyo se desarrolló cuando la mamá de Bible los abandonó y él con su papá fueron a vivir al castillo.
Entonces ellos eran inseparables, cuando tuvieron diez, cuando tuvieron doce, cuando tuvieron quince, y hasta los diecisiete años de Build.
Para ése año las cosas habían cambiado un poco por parte de Build, porque desde los quince que está completamente enamorado de Bible.
Barcode, su primo, y él estaban tomando el té mientras que Bible de dieciocho años cumplía su deber pintando una cerca.
Tan cliché.
— Estás babeando — Su primo, hablante de signos también, le dijo para burlarse.
— No me molestes.
— Pero si casi y te lo comes como acompañamiento del té— Signó riéndose.
Build ya era todo un experto en leer labios, pero Barcode no había perdido la costumbre de signarle al igual que sus padres.
