Capítulo 1 : Prólogo

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Hubo un tiempo en que los humanos sabían que las hadas habitaban este mundo. Sin embargo, nadie sabía exactamente cómo surgieron. Algunos decían que eran ángeles, expulsados del cielo por sus travesuras, mientras que otros afirmaban que eran creaciones de la Madre Tierra. Pero en lo que todos parecían estar de acuerdo era en que eran hijas y protectoras de la naturaleza.

Aunque las hadas tenían fama de tímidas, en la antigüedad eran bastante comunes. A veces se las podía encontrar durmiendo en una flor, verlas burlándose de niños o animales, y a veces, cuando los humanos daban un paseo por el bosque, las veían sentadas en la rama de un árbol observando con ojos curiosos o sentadas junto a un estanque, al lado de una rana o un pato.

Ser amigo de las hadas solía ser útil para los humanos. Las hadas poseen magia, y las hadas de las flores podían curar las flores y plantas frutales enfermas de los campesinos, mientras que las hadas del agua podían ayudar a encontrar el mejor lugar para pescar. Las hadas del bosque podían ayudarte a encontrar el camino por el bosque, mientras que las hadas más fuertes, como las hadas del sol, podían guiarte en la oscuridad, proporcionándote la luz del sol en los momentos más oscuros.

Pero a menudo, si no, había que pagar un precio por la ayuda de las hadas. Un hada del bosque, prometiendo ayudarte cuando te perdías, podía engañarte fácilmente, llevándote a trampas o círculos. Las hadas también protegían su territorio. Aunque lo hicieras sin saberlo, invadir su espacio podía dar lugar a que te gastaran bromas o a que desaparecieran tus cosas. Sin embargo, la forma más fácil de recompensar a las hadas era ser amable con la Madre Naturaleza o regalarles cintas, botones, piedras preciosas, encajes o pequeñas joyas.

Hoy en día, el conocimiento de las hadas está casi olvidado, el secreto se mantiene a salvo entre los que no lo han olvidado y aquellos en los que las propias hadas han decidido confiar.

Pero lo único que mencionan todas las historias, mitos y susurros que han sobrevivido a lo largo de los años, es que nunca hay que entrar en el reino de las hadas, porque pocos humanos han regresado y vivido para hablar de ello.

Amor, un poco mágico- Taejinkook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora