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Cuando Jimin despertó ese sábado,Jungkook no estaba a su lado y eran más de las 11 de la mañana

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Cuando Jimin despertó ese sábado,
Jungkook no estaba a su lado y eran más de las 11 de la mañana.

Se levantó con cuidado, cuando dormía
demasiado tendía a despertar algo mareado, pero al menos le agradeció silenciosamente a Jungkook que no intentó despertarlo temprano y dejarle descansar luego de aquellos dos días ajetreados por el trabajo y el término de su relación.

Calzándose las pantuflas y sintiendo el
departamento cálido a pesar de que el día
parecía estar frío, salió de la vacía habitación desordenando su cabello para buscar a Jungkook.
Seguramente el rubio ya había tomado desayuno, pero no importaba,
Jimin había despertado con ganas de
comer donas y estaba seguro que Jungkook no se negaría a eso. Pero paseando por el departamento no pilló rastros ni en la sala ni en la cocina del enanito, menos en el baño, así que como última opción y aún en pijama, caminó hasta la puerta más alejada de la sala, donde estaba el estudio de diseño de Jungkook.

La puerta estaba entreabierta, por lo que
Jimin se quedó allí con el cuerpo apoyado en el dintel al ver que efectivamente su mejor amigo estaba allí. Se estiró para desperezarse un poco, viendo como Jungkook estaba con las piernas cruzadas en una silla frente a la gran mesa que había allí en medio, con un montón de retazos de tela al costado y la máquina de coser al otro con el hilo enganchado.

Jimin logró ver una taza transparente con lo que suponía era café, al lado de un plato con media tostada.
Jungkook estaba inclinado sobre la mesa,
con tijeras en mano y Jimin intuyendo
que estaba midiendo la tela para cortarla
dándole la espalda.

En los maniquíes del costado de la habitación se exhibía lo que Jimin suponía, era la nueva colección que Jungkook vendería en un tiempo más. Jungkook era de ese tipo de diseñadores locos que creaba prendas extravagantes y coloridas que solo él usaría. De hecho, al ver unos jeans de mezclilla acampanados con flores diversas estampadas, Jimin ladeó la cabeza pensó si realmente alguien se colocaría aquello. Pero en el siguiente, la camisa que se había probado la otra vez estaba allí, intacta. Jimin recordaba que a la mañana siguiente se dieron cuenta que por la brutalidad el encaje del hombro se había roto, pero desde donde estaba Jimin, el encaje estaba renovado y como si nunca le hubiese pasado nada.

"Arreglaste la camisa", musitó, Jungkook
chilló por el susto y casi tira el café por la
mesa al escucharlo.

"¡Jimin, me asustaste bruto!", el peligris soltó una carcajada cuando Jungkook le miró asustado por sobre su hombro,
"¿Hace cuanto estás allí?"

"No mucho, acabo de despertar", Jimin
finalmente entró a la habitación cuando
vio como Jungkook tiraba de otra silla sin
respaldo a su lado, por lo tanto se sentó y
entre la bata de seda que tenía el rubio, se
dio cuenta que este igual seguía en pijama.

Volviendo la vista a la camisa, la apuntó,
"Arreglaste el encaje que rompimos"

Jungkook miró el maniquí, y con una sonrisa asintió dejando todo lo que estaba haciendo para mirar a Jimin, "Era fácil de arreglar, lo hice hace mucho pero no la he quitado de allí"

✘『STUPID BOY』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora