Capítulo 1

259 16 2
                                    

¿Dónde estoy? ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Tengo familia? ¿Se acordarán de mí? ¿Fui abandonado? Esas fueron las preguntas que siempre me hacía en cualquier lugar que me encontrara, no tenía ningún recuerdo de si pertenecía a alguna familia o no.

Por más que intentaba abrir mis ojos para ver mis alrededores no podía hacerlo, mi cuerpo también se encontraba restringido por alguna clase de cadenas ¿Qué cómo lo sé? Fácil cuando intente moverme por primera vez, escuche un tintineo de varias cadenas.

Al tomar en cuenta esas cadenas, salió a la luz de que estaba aquí atrapado o en otras palabras sellado, pero... ¿Cuál fue la razón de mi sellado? Desconozco esa información, pensaba que pasaría por toda la existencia aquí encerrado en quien sabe dónde, eso fue sino hasta aquel día.

—¿Están seguros de que este es el lugar?

Escuche una voz femenina desde algún lado

—Si es por aquí, estoy seguro

Otra voz presente en aquel lugar, nunca había escuchado esas voces lo que me llevaba a preguntar ¿Quiénes son?

No podía averiguar nada debido a mi situación, debía conformarme con solo escuchar sus voces.

—¿Qué es lo que buscan aquí?

Pregunte finalmente al escuchar que ya estaban cerca de mi posición

—Vinimos a sacarte de este lugar

Me rio ante ese comentario, no es como si pudieran hacerlo ¿o sí? Después de todo llevo... bueno no sé cuánto tiempo estoy aquí.

Los escuché discutir sobre algo que no entendí para nada y por las distintas voces diría que son 7, hasta que mencionaron algún ¿conjuro? ¿hechizo? Ni idea, lo que sea que hayan hecho funciono ya que las cadenas que me aprisionaban cayeron junto con su sonido característico.

Aun sin moverme de aquella posición fue directo al grano

—Muy bien ¿A que vinieron en realidad?

Al parecer les sorprendió mi pregunta debido a como las voces féminas jadearon en sorpresa, mientras que la voz que parecía la más sabia solo suspiro.

—Es verdad, aparte de sacarte de aquí también tenemos otro motivo

—¿El cuál es?

—Queremos que nos ayudes en nuestro cometido, si aceptas te ayudaremos a controlar tu poder

—¿Controlar mi poder? No tengo ningún descontrol de el

Comencé a sentir como alguien comenzaba a manosear mi cuerpo los cuales por la forma y textura dedujo que eran dos de las cuatro mujeres del grupo, ni siquiera me molesto... bueno siempre y cuando no se excedan.

—A lo que nos referimos es que tu poder aún no está desarrollado por completo, no está en su máximo esplendor

—Te abras dado cuenta de eso al no poder abrir los ojos

Los dos tenían razón, aunque ya estoy libre de mis ataduras no he podido abrir mis ojos, lo cual me había llevado a pensar que no los tenía o sufría de ceguera.

—Bien luego hablaremos de los términos, mientras este a mi alcance los ayudare ¿Qué debo hacer primero?

Intenté levantarme, pero no pude y con ayuda de las dos chicas a mis costados pude pararme correctamente.

—Gracias, aunque no las pueda ver

—De nada

—Es un placer

Con eso y con su ayuda salimos de ahí, en el camino me decían que donde me encontraba era el centro de la existencia o en otras palabras estaba en el núcleo del todo.

Eso me sorprendió mucho, lo cual también explicaron que esa fue la razón por la cual fue difícil encontrarme ya que, al pasar mucho tiempo ahí, la misma existencia me consideraba parte de ella y no quería dejar que me fuera.

Me llevaron a su hogar o como ellos lo llaman el paraíso, donde comenzaron a instruirme en varias cosas y fue el lugar donde comenzó mi camino.

Han pasado 10 años, en los cuales aparte de entrenar y obtener más conocimiento sobre todo lo que nos rodea, viaje de incognito a un planeta llamado Tierra, según el consejo este era el lugar que se les encargo a mis padres y donde residían mis demás hermanos que nunca supe que tenía, me consideraba único eso hasta que lo mencionaron.

Esa fue una de las razones por las que fui al planeta quería conocerlos, conocer a mi demás familia, lastima que fue casi nulo el toparme con ellos eso hasta que llegue con dos de mis hermanos, por lo que me contaron fueron negados en el paraíso por no ser considerados dioses, nosotros tres de inmediato congeniamos y teníamos aquella relación de hermandad yo prometí que los llevaría al paraíso, no importaba lo que me demorara... Terminaron confiando en mi palabra y sellamos nuestra promesa chocando los puños.

Luego de esa experiencia regresaba al paraíso para seguir mi entrenamiento y en mis tiempos libres iba de aventura con mis dos hermanos favoritos Hiruko y Awashima, con ellos siempre eran momentos de risa, la pasábamos muy bien.

Cuando eran las reuniones del consejo me contaban sus planes, yo casi no daba mi opinión ya que esos eran sus decisiones y uno de nuestros acuerdos era que me mantendría al margen, si algo no resultaba como ellos querían intervendría.

Me he dado cuenta de que las dos chicas del consejo quienes me ayudaron en el camino al paraíso tenían alguna clase de atracción hacia mí, no sabía cuál era porque desconocía mucho sobre relaciones de afecto por mi tiempo de encierro, aparte cuando adquirí un mayor conocimiento en estas cosas no me destacaba.

Fue durante una de mis aventuras con mis hermanos que terminamos en una conversación con un tema un poco sensible se puede decir.

—Hermano Kirotsugi...

—Si dime

Respondí acostado en el bote con un sombreo de paja ocultando mi rostro

—Si nos llega a suceder algo... ¿Tu estarás velando por nosotros?

Esa pregunta por parte de Hiruko me desconcertó y al parecer sorprendió también a Awashima.

—Pues claro que sí, les prometí que los llevaría al paraíso cuando todo esto termine, aparte me aceptaron como su hermano menor.

Refiriéndome al plan del consejo y el hecho de que la primera vez que nos encontramos supieron al instante que era su hermano menor y me aceptaron de inmediato algo raro, pero... Lo deje pasar, el escucho mi respuesta y por como pude sentir asintió con la cabeza y Awashima sonrió revolviendo mi ¿cabello? ¿púas? Mejor que quede como cabello, con una de sus manos mientras la otra rodeaba mi cuello.

—Ese es nuestro hermanito, yo sé que lo aras y nosotros te estaremos esperando

Luego de esa charla seguimos con nuestra travesía, cuando regresaba al paraíso y donde era mi lugar de meditación en general al pie de un árbol con buena vista, recuerdo que hubo momentos donde parte de mi energía se mesclo con otros dos seres los cuales accedían tanto al poder de padre como el mío, cuando paso la primera vez lo pase por alto pero la segunda vez planteo una duda en mi ¿Por qué sucedía esto? Desde ahí preste mucha atención a este fenómeno.

Siendo la causa dos erizos llamados Sonic y Shadow, ellos despertaron mi curiosidad y les brindaba más energía ya que padre no lo hacía mucho, a diferencia de mí que si veía como prestarles mi fuerza sin que fuera dañino.

Todo esto es muy interesante ya faltaba poco para la lucha final donde me revelaría a todos y corregiría los errores del consejo.

El hijo mas fuerte de Izangi e IzanamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora