Capitulo 33

20 1 0
                                    

-33-

Uno menos.

—Lander, te estoy diciendo que no fui yo. —Continúe insistiendo mientras lo miraba.

Estaba frustrado, tenía su cabeza apoyada en el volante de su auto y yo solo opte por mirarlo porque sabía que estaba molesto conmigo, pero yo no había sido. Aunque me sentía ridícula por pensar que el anónimo no lo subiría.

¿Por qué lo hizo? ¿Qué ganaba con eso?

Y me sentía mal por él, porque la verdad es que decía cosas privadas y muy delicadas, y aquello había afectado lo suficiente. Mi video no era nada comparado al suyo.

—¡La única que sabía mi maldita vida, eras tú! —Le dio un golpe al volante que hizo sobresaltarme del asiento—. ¡Nadie más, Kiara!

—¡No soy yo! —Le hable de la misma forma—. ¡El día que fuiste una mierda conmigo tuve que irme caminando hasta el bosque porque ahí me había citado el anónimo! ¡¿Y sabes por qué fui?! ¡Fui por ti! ¡Porque desde que te conozco, y sé muy bien que te preocupa aquello y que querías olvidarlo! ¡Por eso fui porque él me había dicho que si yo lo conseguía no lo subiría!

Lander quedo anonado con lo que había dicho. Sus ojos se veían cansados y frustrados. Me había molestado la idea de que no me creyera, y aunque se haya acostado con Alex jamás le haría algo así. Frunció su ceño un poco mientras negaba.

—Estoy seguro que el anónimo de mierda es Ian.

Mire la calle.

—No es.

—Ah, ¿Cómo se supone que lo sabes, ahora?

Suspire molesta.

—Lo sé porque ese día él también estaba ahí.

—Claro, supongo que también te lo cogiste.

Aquello fue suficiente para que me molestara y le diera una cachetada que obviamente no se lo espero, pero aun así se tensó un poco.

—Si vuelves a decir que me acosté con Ian, no respondo, porque no tuve nada con el aquel día. —Aclare—. Él también le ha llegado mensajes del anónimo, y nos dimos cuenta que nos había encerrado en esa cabaña con una razón y antes que hables, tampoco me lo bese.

Mire nuevamente la calle de mi vecindario, me molestaba la idea de que Lander cada vez que se molestaba me veía como una fácil para cualquiera. Lander no demoro en suspirar e incorporarse un poco en el asiento.

—Te quiero ayudar, porque también me paso a mí, y necesito saber quién es, y porque hace este tipo de cosas. Así que quiero que hagas a un lado todo lo de nosotros.

—¿Cómo voy a obviar lo que le dijiste a Alexandra?

Gire a verlo.

—¿Ahora es a ella a la que defiendes?

—No debiste.

Lo mire incrédula.

—¿No debí? ¿En serio, Lander? —Negue y este giro a verme—. La perra de Alexandra le ha encantado humillarme, le fascina ver mal a los demás y siempre se hace la víctima, ¿crees que no debí hacerle aquello? ¿decirle las verdades en la cara? ¿o te duele que ella no te hable más por lo que le dije?

—Kiara, por favor ya.

—La estas defendiendo, ¿acaso ella...?

—¡Kiara, ya! —Grito haciéndome callar en ese momento. Me sentía molesta y la verdad es que quería decirle un par de cosas a Lander, pero no podía porque sabía que él también estaba molesto. Suspiro pasando sus manos por su rostro—. No se trata de ella, no me importa ella en este momento, pero no fue la forma correcta ¿entiendes?

OBSESSION [LIBRO #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora