<Cap 1>

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Estaba acostado en el campo, viendo al cielo perdiéndose en el profundo azul de este, pensando en muchas cosas y al mismo tiempo en ninguna, simplemente estaba ahí intentando saber de dónde provenía aquella presión en su pecho y la desesperante sensación de no poder respirar. Aunque eso no era su prioridad, solo lo quería saber.
Su vista se empezaba a nublar y no había nada que pudiera hacer para cambiarlo, el ya lo sabía, ellos lo sabían... Ya había vivido esto muchas veces y sabía cómo no tenía que actuar sin embargo no sabía como tenía que actuar, pero eso ya no importaba ¿Verdad?.

Los gritos no se hicieron esperar, volteo ligeramente su cabeza hacía el lugar de dónde estos provenían, eran de una mujer de avanzada edad, cansado volvió su vista al cielo y se dispuso a intentar¿Despertar? La verdad ya no tenía idea de si era un sueño, un recuerdo o estaba alucinando con los ojos cerrados.
Segundos, minutos o incluso horas pasaron para poderse despertar, con los ojos llorosos y sintiendo su cuerpo pesado y flojo, se dirigió al baño para lavarse la cara. Una vez más despierto se sentó en una silla que estaba en frente de una ventana, realmente esa silla no tenía un propósito mas que estar frente a la ventana, su cuarto no tenía escritorio o algún mueble alto en el que precisará la silla para poderlo alcanzar, a veces se sentía como esa silla sin un propósito real, solo estar en un lugar donde casi nunca necesitaban de el.

La noche se veía hermosa, el cielo tenía un hermoso azul oscuro, estaba estrellado y no habían nubes que opacaran a la luna, una noche espléndida sin duda, mientras mas se recargaba en el marco de la ventana más se le dificultaba ver al cielo, después de recargar toda su cabeza en el marco solo se resigno a ver al patio, no se veía con mucha claridad pero si la suficiente para darse cuenta de que se veía horrible, plantas muertas, pedazos de ¿Metal? Eso era nuevo, una valla rota y un rosal marchito. Hace un tiempo nadie cuidaba de ese lugar y las otras dos personas con las que vivía no les importaba nada, eso le hacía recordar hace un tiempo que no salía de su cuarto, Kitty era la que le traía comida a su cuarto, a pesar de que casi nunca comía nada siempre le abría la puerta para que le entregará el plato de comida que supuestamente se iba a comer.

Después de recordar eso se sentía algo culpable, ella y el se preocupaban por el a su manera, pero lo hacían y el nunca les decía algo, se sentía como una mierda, tal vez lo era pero a quien le importa eso cuando estás en Ningún lugar, el lugar donde hay un montón de monstruos y locos y nadie hace nada al respecto.
Ya estaba harto de todo y todos, pero si hacía lo que tenía en mente sus nuevos "Amigos" estarían devastados ¿No?, A quien quería engañar eso solo  era una excusa, porqué el es lo suficiente cobarde como para tenerle miedo hasta a su propia sombra.

^Pequeña introducción ^

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