Angustia

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07:00 a.m. California Sacramento.
Suena un celular es ignorado dos veces por un hombre de traje que va al asiento de atrás de un Mercedes negro, el chofer dirige su mirada desde el retrovisor por un breve segundo luego vuelve a mirar al frente, el hombre de traje hace un suspiro antes de contestar la tercera llamada entrante de un número desconocido.

- Hola! - decía aquel hombre de traje caro con un gesto de molestaría al contestar-

- Sr. Santino! - decía una voz muy calmada detrás del teléfono-

- si! Quién es usted? Lo conozco ?

- no! Pero yo a usted si...

- si no me dice quien es, no veo la razón de que está llamada siga... - decía aquel hombre de traje con firmeza-

- claro! Tiene razón... pero hay alguien a quien sí conoce y quiere hablar con usted.... - dijo aquella voz detrás del teléfono, luego pasó un rato antes de escucharse una voz asustada- Papá! Papá ayúdame!!!

- hijo! Joaco estás bien??

- papá sácame de aquí!!!

- hijo tranquilo... estarás bien!

- Sr. Santino! Para que usted cumpla con su palabra sólo debe dar un suma xxxx en efectivo y ya debe saber que nada de policías.... si quiere a su hijo sano y salvo de vuelta.

- si, si lo tendrá.... pero no le haga daño... dónde lo quiere, yo resolveré de inmediato que lo tenga.

- me gusta su colaboración inmediata. Lo volveré a llamar! - dijo antes de colgar-

- no espere! Hola! Hola!! - decía aquel hombre de traje-

El chófer que estaba por entrar en un estacionamiento para un rato y voltea a ver a su jefe y habla.

- Sr.?

- lo mira- apresúrate da la vuelta... - ordena-

El chófer sin más lo hace de inmediato, ambos rumbo a la mansión de los Santinos. Media hora después la mansión estaba lleno de los agentes del FIB interviniendo teléfonos, cámaras de seguridad y investigando a cada uno de los empleados. La Sra July Bosco de Santino estaba en un rincón con lágrimas en los ojos, estresada por no saber nada de su hijo de 18 años.

Joaquin Santino Bosco, hijo menor de la familia más rica e influyente de California, sin decir del país, la familia Santino es uno de los mayores empresarios de la marca ángel, de producto de joyería con diamantes, comercializados fuera y dentro del país. Es una familia respetada y reconocida por sus obras de caridad construyendo hospitales públicos en zona rurales, olvidados del Gobierno.
Su hijo mayor Frederick Santino de 30 años vicepresidente de la empresa su familia, estaba fuera del país cuando recibió la llamada de su padre sobre el secuestro de su hermano. Tomando un vuelo directo a Sacramento en la casa de su familia.

5pm un celular suena alertado a todos con algo de nerviosismo el Sr. Santino contesta aquella llamada. La voz del aquel hombre sonaba igual de tranquilo como esa mañana, indicando al padre de que el dinero debe ser entregado en la dirección indicada, por su esposa la Sra July. El Sr Santino en desacuerdo pide que sea él quien vaya a entregar ese dinero. La llamada fue cortada de inmediato el FIB interviniendo alertó que no fue localizado la dirección, la familia preocupado por la reacción de los secuestradores por dañar a su hijo empieza a gritar que cómo pueden no hacer bien su trabajo... su esposa toma su mano diciendo que se calme que ella siente que su hijo está bien que volverá a casa que ella hará lo que le dijeron.
Horas más tarde volviendo a llamar los secuestradores indican qué hora deben ir a dejar el dinero si querían de vuelta a su hijo... sin cambios o matarían a su hijo. El padre acepta con la mirada hacia su esposa toma su mano apretandola. La llamada fue corta sin antes hacerles saber que Joaco estaba con vida con un segundo de su voz diciendo que estaba bien.
Rápidamente los agentes preparados para la entrega indicando cómo actuar a la Sra de Santino al hacer la entrega y no correr peligro o intercambio de víctima. Una vez dejado el dinero en aquel lugar su hijo sería liberado después de una llamada ... eso no convencía a los agentes al no ser un trato justo y directo pero no podían hacer nada.

Esa madrugada la sra July acompañada por dos agentes en la parte trasera del vehículo, fue hasta el lugar a las afueras de la ciudad en una banca de un parque desolado fue dejado una maleta con el dinero, luego se aleja del lugar, los agentes que tenían resguardo aquel lugar no hicieron ningún movimiento hasta que una camioneta llegará a ese lugar bajando de ella una mujer joven a tomar el maletín.
Del otro lado del lugar una llamada alerta de un chico encontrado en la calle caminando desorientado afirmando ser Joaco Santino... Rápidamente la policía lo identifica con su padre, en la dirección del dinero dejado había un disturbios con los agentes en cuestión, cuando capturan a la joven empieza un incendio en la camioneta todos corren a alejarse y piden más refuerzos... al fin cuando ya todo estaba en calma se percatan que el dinero había desaparecido. La joven sólo era el móvil de distracción, ni siquiera era uno de ellos, era una víctima más en todo y teoría los agentes no pudieron dar con la gente implicada en el secuestro del joven Santino.

En la mansión de los santinos el joven Juaquin iba contando todo lo que sabía luego de media hora los agentes se tuvieron que retirar para dejar al chico descansar.

- no vi nada todo era oscuro...

- recuerda algún nombre?

- ya le dije, me tenían en una habitación solo, sin ningún sonido y con una venda... no escuche, no vi a nadie y tampoco reconocí a nadie!.

- creo que mi hijo ya ha dicho todo agente... mi familia y yo necesita tiempo a solas...

- si, disculpe... sólo una cosa más si recuerda algo, cualquier detalle me llama... Adiós, Sr. Santino!

- adiós agente y gracias!

- hijo ve a descansar... tienes hambre?

- estoy bien mamá... iré a mi habitación.

- Joaco, vamos iré contigo.... - dijo su hermano tomando su hombro-

- Fred! Estoy bien no es necesario...

- sonríe- déjame hacerlo... solo hoy.

Con una mirada de súplica su hermano hizo entender a Joaco que aún estaba con miedo con ese miedo de perder a su único hermano pequeño... Frederick amaba a su hermano, eran unidos y siempre lo protegía, saber que estuvo en peligro al punto de no volver a verlo aún lo inquietaba.

Su padre también aún con ese miedo de perder a su hijo, lo miraban subir las escaleras agradeciendo que estaba sano y salvo de vuelta a su hogar.

My madness is yoursDonde viven las historias. Descúbrelo ahora