Porqué el destino es caprichoso y no permitirá que terceros sigan destruyendo u obstaculizando sus hilos.
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El tiempo retrocede dos meses antes de que la tripulación de Barba blanca conozca a Ace pero con la única diferencia de que los comandantes y...
No se suponía qué las cosas acabarán así, no se suponía que esto debía de pasar, el destino de ambos no era este, el ya lo había decidido, unio sus hilos y cruzo sus caminos porque así debía de ser y ahora uno de sus niños había muerto antes de tiempo, el estaba enojado, lleno de ira y desprecio hacia aquellas escorias que se habían atrevido a romper sus hilos, sin duda alguna Marshall D. Teach y Akainu Sakazuki se habían ganado un lugar en su lista negra.
El disfrutará de su sufrimiento y de eso se aseguraría, porque el es el destino y nadie se burla de el.
Ademas, ahora que sus planes ya estaban en marcha lo que debía de hacer primero era tener una larga charla con su amante y hermano el señor del Tiempo, quien era parte fundamental de sus planes.
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El día empezó de forma muy tranquila en el Moby Dick, todos los habitantes en dicho barco se encontraban plácidamente dormidos pues apenas eran las seis de la mañana, los comandantes y el capitan estaban especialmente cansados ese día y parecía que ninguno de ellos querían levantarse a hacer sus labores diarios. Por otro lado los cocineros eran los únicos despiertos a tan temprana hora, bueno todos menos Thatch quien para sorpresa de sus otros compañeros cocineros seguía durmiendo a pesar de que esté siempre era el primero en levantarse para ya tener listo el desayuno de su capitán y padre Shirohige.
- ¿deberíamos ir por el comandante Thatch? - pregunto uno de los cocineros
- tal vez... - medito otro
- oigan, concentrensen en empezar a cocinar, si el comandante Thatch no sé a levantado aún debe de ser por qué está muy cansado, así que dejémoslo descansar - sentenció otro cocinero cerrando la charla y haciendo que todos volvieran a sus labores
- ¡Si! - aceptaron y rápidamente se pusieron a cocinar
Una hora después, el desayuno ya estaba hecho y servido en aquellas largas mesas listas para ser ingeridas por los tripulantes, quienes poco a poco iban llegando, lo curioso aquí fue que ninguno de los comandantes se habían presentado a comer ni siquiera su capitán y padre Shirohige había ido aún y eso preocupo mucho a los demás, no era común que ninguno de sus hermanos viniera a comer y era mucho más raro que su padre no se presentará
La mayoría se miraron con caras preocupadas y con dudas si debían de ir a por ellos
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