La flor

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Y ahí estaba, aquel híbrido que minaba cada día que pasaba en el pueblo.

Día y noche, buscaba y buscaba algo en particular.
Hierro? Tenía demasiado. Oro? Le sobraba. Diamantes? Encontraba muchos más de los que necesitaba.

Pero nunca una esmeralda.

Iba de aldea en aldea, buscaba en cuevas, minas, debajo de las piedras. Pero nada, ni una sola.

¿A que se debía su persistencia en su búsqueda?
La respuesta era ella, Glosh, o como él le llamaba, Men.

¿No era más fácil solo comprarla? Para Zero, no.
Era un idiota enamorado tan cursi que quería hacer todo por su cuenta.
Por lo menos Glosh apreciaría su esfuerzo. ¿No?

Él sabía muy claro que no, nunca le haría caso. Y si lo hacía, no era para corresponderle.
Pero eso no le importaba, solo quería hacerla feliz.
Aunque no estuviera a su lado, aunque no fuera el motivo de su sonrisa.

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Fue entonces que la encontró. Estaba ahí, la esmeralda que tanto se esmero en encontrar.
Estaba feliz, lo había logrado.

Llegó a su taller, ansioso tomó sus cosas para empezar a armar el collar.
Era un pequeño detalle que le quería regalar.

Para Zero, las esmeraldas eran una burla a los hermosos ojos verdes brillantes de su enamorada.
Pero que, tal vez, le podrían quedar bien como decoración, después de todo no podrían opacar la belleza natural de Glosh.

Tomó su caja de herramientas, lápiz y papel. Pronto comenzó a trazar un dibujo.
Se la pasó diseñando el collar, dieron las 4 am y entró en trance.

A la mañana siguiente ya había terminado.
Tenía uno que otro defecto, sí.
Pero eso no importaba, no en ese momento de ilusión que tenía Zero por entregarlo.

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Glosh había salido, estaba con su amigo, Noah.
Ella había dejado una nota. De inmediato le llamó.

- Entonces ¿Estás con Noah? -
- Si, estamos minando ¿Qué pasa? -
- Nada importante, no te preocupes -
- Ok, bueno, bye -
- ...Bye... -

¿Seca? ¿Cortante? ¿Indiferente?
Así era ella, y a Zero le encantaba.
Muy raro. ¿No?

Su enamorada se encontraba minando, y sabía que tardaría.
Decidió que no perdería su tiempo, y fue en busca de materiales para hacer un complemento a su regalo.

Hizo una carta y una caja.
La carta era de lo más cursi que podría ser visto en el mundo. Y estaba indeciso sobre entregarla o no.
Contenía sus más sinceros sentimientos.
Que al parecer, todos notaban su amor, menos ella. O quizá solo evitaba el tema.
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Dio la tarde, en unas horas ya iba a anochecer y Glosh no se había reportado aún.
No le preocupó tanto.

- POR DIOS. ¿DÓNDE ESTA? ¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO AÚN LLEGUE?. YA TARDÓ MÁS QUÉ DE COSTUMBRE. ¿QUE SI LE PASÓ ALGO? AAAAAAAH -

Y se abrió la puerta.

- Buenas, llegué -
- Hola Men ¿Ya comiste? -
- No -
- Bien, espera aquí -

Fue a la cocina y calentó la comida que había hecho por la mañana.
Le sirvió en un plato, tomó la caja y fue directo a su habitación.

- No era necesario -
- Yo creo que sí, come, anda -

Le dejo el plato con la caja y salió de la habitación.

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Chats》  Men♡

Gracias por el collar.✔️✔️


De nada, espero te guste♡ .    ✔️✔️

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A la mañana siguiente, Glosh ya se encontraba explorando.
Zero seguía dormido. Y ninguno se habló al despertar.

Fue entonces que la chica volvió temprano, y se dirigió al híbrido.

- Hey, Zero -
- Dime -
- Ten -

Le había entregado una flor, una muy bonita y única a la vista del enamorado.

- ¿En verdad es para mi? -
- ¿Para quién más? -
- ... -
- Gracias por el collar, es lo mínimo que te puedo dar por ese regalo -
- No era necesario pero gracias, por la flor -
- De nada -

Se notaba a kilómetros la felicidad que sentía aquel híbrido, sus ojos resplandecían con un brillo inexplicablemente intenso, tenía una cara de tonto cada vez que la veía.
Sin embargo, ella nunca se enteraba.

Solo le quedaba ir a su habitación y contarle a Noah sobre lo que acababa de suceder, para pasar toda la tarde hablando de eso.
Y así fue, hasta que cayó rendido en su cama.

Terrible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora