EL ACCIDENTE

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La noción del tiempo se pierde en el planeta madre, las horas se vuelven días y las Diamantes hacen de la vida de los residentes un infierno, el régimen de perfección las llevó a tomar medidas tales como la implementación de robots rastreadores, en busca de gemas imperfectas e intrusos.

Un robot sensor anda merodeando y llega al refugio donde se encontraban las pocas gemas descoloridas que aún se encontraban con vida, acompañadas de Lars y Steven, amenazando el pequeño momento de paz que tenían estos extranjeros y las gemas. Algo se tenía que hacer para evitar el final inminente de todos.

Las gemas descoloridas no podían hacer mucho, ya que sus defectos no les permitían defenderse, Lars y Steven, nerviosos por el robot que parecía acercarse cada vez más, se veían obligados a tomar una decisión. En un momento de valentía irracional -y también por desesperación-, Lars se atrevió a hacer algo que él previamente nunca pensó posible: pegó un salto desde el recoveco en donde se refugiaban, se subió al pedazo de chatarra, y con una roca afilada lo hizo pedazos, sin embargo, él no saldría ileso de esta pelea.

Una explosión siguió tras la destrucción del robot, y Lars salió volando contra una pared. En ese momento el compañero de Steven se volvió historia. El golpe fue fatal y cayó al piso fríamente. -¡LARS!- se escuchó de Steven, quien estaba corriendo hacia el cuerpo golpeado de Lars. Lágrimas empezaron a brotar y a deslizarse por las mejillas de Steven, el solo hecho de pensar que su amigo ya no estaba en este mundo le rompía el corazón. Las otras gemas celebraban la victoria, pero él no pudo hacer nada más que llorar sobre el cuerpo; las gemas al darse cuenta de la situación, solo se quedaron expectantes, en shock.

La cara de Lars, fría, y sin vida, empapada de las lágrimas de Steven, tomó un brillo sobrenatural.

- ¿Steven?

El llanto de una rosa - Lars x StevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora