LA CITA

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-¡Steven por aquí!- exclama Lars al ver la figura de Steven acercarse.

-Bonjour Lars.

-Bonjour Monsieur, le traje algo..

Lars extiende la mano que tenía escondida detrás de su espalda y le entrega a Steven una rosa.

-Sé cuánto te gustan las rosas, y pensé que sería un lindo detalle.

-¡Wow gracias Lars! ahora me siento mal que no te traje ningún regalo- bromeo Steven

Acercó su nariz a la rosa y exhalo, sintiendo las notas dulces de la flor que le había regalado Lars.

-¿Vamos?- dijo Lars.

-Sí, pero primero compremos unas palomitas.- contesta Steven

-Esta bien, pero yo pago.

Steven se sonroja ante la sugerencia, pero no le niega el gesto.

Una vez dentro de la sala de cine, buscan sus asientos y la película comienza. Toda la sala se llena de silencio. La película transcurría en una casa abandonada en la que unos adolescentes idiotas invocaban espíritus como un juego.

La situación tensa escalaba y escalaba, y Steven estaba aterrado, su mano, inconscientemente cayó en la de Lars. Este, notando el miedo de su cita, la agarró con fuerza.

-¿Lars?- susurro Steven

Lars le dio una sonrisa tranquilizante, y Steven no pudo evitar sonreírle de vuelta.

La sala se vacía al terminar la película, Steven y Lars se van caminando, merodeando por la ciudad, al final deciden dirigirse a la playa mientras anochecía, Lars acompañando a Steven hacia su hogar. Se sientan en la arena, disfrutando de la compañía y el silencio. Lars finalmente dice.

-Sabes, nunca te agradecí por salvarme la vida.- dice poniendo su mano nuevamente en la de Steven

-Jeje cualquiera hubiera hecho lo mismo.

-Siempre estaré en deuda contigo.- añade Lars, mirándolo fijamente a los ojos.

-Creo que se como puedes pagarla.

Lars entendiendo a lo que se refería, toma a Steven por la cintura y lo jala hacia él, en ese momento es como si el tiempo se hubiera detenido, los sonidos pasaron a segundo plano, el mar tocaba una melodía de paz y Steven solo cerró los ojos y acerco sus labios a los de Lars, aguantando la respiración se besan, sus bocas estaban conectadas, y en ese momento Lars supo que Steven era su todo, lo más importante en su vida, lo que le daba sentido a estar vivo.

El llanto de una rosa - Lars x StevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora