EL REGRESO

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Un destello de esperanza inundó los ojos de Steven al escuchar la voz de su amigo Lars. Se secó las lágrimas y repentinamente Steven se tiró a sus brazos y le dio un brazo. Lars, aun confundido por lo que acaba de pasar y sintiendo su espacio personal invadido, impulsivamente empuja a Steven.

-¿Qué carajos acaba de pasar?

-¡Lars, estás vivo! ¡Nos salvaste! Destruiste ese robonoide y- y luego uno explotó y t-tú no te movías y- y yo comencé a llorar y... y ¡Te devolví a la vida!

Inundado por una combinación de felicidad, confusión y euforia Steven trata de explicarle a Lars lo que hizo para salvarlos, entremezclando sus palabras que salían como un montón de sonidos incoherentes. Dejando a Lars incluso más confundido.

-¡...Y ahora eres rosa!- agrega Steven

-¿¡Ahora soy rosa!?- exclama Lars en un tono entre preocupación y asombro.

Steven, preocupado, empieza a arrojar una tonelada de preguntas a Lars sobre su estado.

-¿Cómo estás?

-¿Te sientes bien?

-¿Te duele algo?

-¿Estás cansado?

Lars aun desconcertado intenta enfocarse, aunque no tiene resultados, todo lo que entiende es que brevemente murió, y milagrosamente está vivo devuelta, gracias a un niño que anteriormente consideraba una molestia. Despertando sentimientos de agradecimiento dirigidos hacia el adolescente en frente de él. Lars sintió que sus cachetes, ya rosados, se sonrojaban, por vergüenza, claramente, no tenía nada que ver con que Steven este abalanzado en sus brazos. Se sintió el alivio en el aire, de Lars, las gemas descoloridas, pero principalmente, el de Steven.

El llanto de una rosa - Lars x StevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora