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Capítulo O6

─¿¡Qué!?

Ji-Hyun no puede creer lo que está escuchando, su instinto de protección lo quiere obligar a ir en busca de JungKook.

Ji-Hoon lo detiene, tomándolo del brazo para que no continúe con lo que tenía pensando.

─¿Sabes que JiMin te puede llegar a destrozar si en este momento le quitas a JungKook?─. Ji-Hoon lo quiere hacer entrar en razón─. Además, JungKook ha sido quien propuso ayudarlo.

─Ji-Hoon, debes estar bromeando ─. Ji-Hyun está exasperado. ─Apenas nos conoce, ¿por qué razón realmente lo quiere ayudar? Esto es una locura.

─Ji-Hyun, JiMin no lo va a marcar, JungKook solo lo ayudará, tomará sus nudos y después todo habrá terminado.

─¡Ji-Hoon! ─. Se queja Ji-Hyun. Intentando zafarse del agarre de su gemelo─. Estás hablando como si fuese lo más normal del mundo.

─Y lo es, alfas y omegas, es lo que hacemos.

─Estás peor que nuestro padre, con esos pensamientos retrógrados. Estoy seguro de que JiMin no lo hubiese querido así.

─ Yo no fui quien lo trajo para que ayudara a JiMin─. Ji-Hoon no puede evitar mirar con enojo a su gemelo, jamás le gustó que lo comparen con su padre─. Ambos vinieron juntos, quizá hablaron sobre esto anteriormente, así que te recomiendo que no los interrumpas.

─Está bien...─. Suspira Ji-Hyun─. Quizá tienes razón y esto fue algo que acordaron.

✧ ✧ ✧

JungKook no lo puede creer.

Su respiración está errática, su vista en el techo, JiMin sobre él mientras le huele el cuello, prosigue a arrancarle la camisa del uniforme, logrando que los botones vuelen a alguna parte de la habitación. Él jadea de sorpresa, quiere apretar sus piernas cuando siente que el lubricante está bajando por sus muslos, pero eso solo consigue que JiMin se empuje contra él simulando una embestida.

─Dulce.

Grune JiMin cuando el olor del lubricante llega a sus fosas nasales, aunque la habitación ya está repleta del aroma de ambos.

JungKook quiere preguntarle si le gusta, porque el universo sabe cuanto le apena su olor. Porque siempre quieren que se lo anule, a él jamás le gustó eso.

Lo hacen pensar como si estuviese mal tener su aroma natural.

─Me encanta.

JiMin parece responderle a su pregunta, prácticamente aplastando su nariz en la piel de su cuello, rozando con sus dientes, aunque gruñe cuando JungKook lo toma de las mejillas para llamar su atención.

Lo único que puede ver JungKook, es un hombre totalmente ido, parecía que solo quedaba un pedacito de JiMin en ese alfa de ojos oscurecidos.

JiMin no puede evitar que sus dedos toquen entre las piernas del omega, dejando avergonzado al chico cuando toma un poco del líquido y lo dirige a su boca. Saborea y lame sus propios dedos. Deleitado con ese sabor, su nueva adicción, sin duda.

─Solo será mi sabor. Solo yo podré saborearlo de ahora en adelante.

Por supuesto que la posesión estaría a flor de piel, es un alfa delante un omega, lo quiere reclamar como suyo, siente que debe ser así antes de ambos unirse.

Es la posesión hablando, es la misma que incita a JiMin a morderle su hombro mientras dos de sus dedos van entrando en la húmeda cavidad, son tragados por un necesitado omega, el cual no hace otra cosa que morderse fuerte su labio inferior para evitar gritar de placer.

Su cabeza hacia atrás mientras su cuerpo se sacude por las sensación de los dedos empujándose en su apretado interior.

Todo es muy rápido cuando JiMin de repente los retira con apuro, enderezandose para poder bajar su boxer, dejándole ver su plena dureza, solo para JungKook.

Por supuesto que un alfa en celo actuará como un completo animal, pero JiMin parece tener una pizca racional muy dentro suyo, por eso antes de empujarse dentro de JungKook, le pregunta si está seguro de lo que harían, JungKook se lo aseguró dos veces, y eso bastó para que se dejara ir dentro del omega.