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Alemania/08 de abril/ 2020.

El sudor caliente recorría mis mejillas, mi agitado corazón era señal clara del cansancio en mi cuerpo. Mi respiración agitada se perdía entre el ruido de la ahora ya exasperante multitud.

En medio de la cancha y a mi completa merced se encontraba el equipo rival esperando por el chance de recuperar el balón de juego. Corría el minuto 40 y el marcador mostraba un rotundo 2-2 producto de la innegable rivalidad que teníamos con los contrarios.
Y no era para menos, simplemente podía deberse a qué estábamos disputando la Final del mundial de fútbol masculino.

La tribuna rugia ferozmente al compás de las porras y alguno que otro insulto. Mis compañeros se encargaban de cubrir cualquier posible hueco en la formación oficial, a la vez que nos dirigimos a los travesaños enemigos. El plan era simple no confiarnos demasiado y dar lo mejor de nosotros. Tratamos de que no hubiera presión, pero era algo inútil siquiera evitar hablar sobre la victoria.
Nuestros rivales eran nada menos que el famoso ACS del cual Podría decirse ya mucho solamente por su nombre. Un gran juego de palabras. ( Ambition club Soccer ) por sus siglas en inglés, o también ( Adore Club Soccer ) Aunque este último sería......

Algo egocéntrico si me lo preguntan a mi.

Finalmente el sonido del pitido retumbó en mis oídos marcando así el inicio del medio tiempo y la final de la primera parte del encuentro. Permanecí unos instantes más en la cancha tratando de observar con detalle la fanaticada que yacía al rededor mío.

-¿Muy ruidosos eh?-

Mi completa atención se dirigió al dueño de la voz que provenía de algún lugar de la cancha, no muy lejos de mi. Conocía completamente la alineación del equipo contrario.

¿Qué clase de jugador sería si no?

Pero ver en persona y de tan cerca a Liikian Soues era completamente distinto a escucharlo en entrevistas.
Si, el Liikian que a los 18 años hizo su debut en uno de los más grandes equipos de Europa, el mismo que había logrado consagrarse cómo "Estrella en ascenso" a tan solo seis meses de su debut oficial en el club. O ese mismo que a los 22 era el más famoso goleador de su equipo, ganando múltiples nominaciones al balón de oro.

No soy tonto y se que cualquier "rivalidad" en el campo se termina una vez terminado el partido. Inclusive hay rivalidades sanas que motivan a ambos equipos a superarse y seguir dandolo todo aún cuando ya no pueden más.

-Un poco si , pero no puedo esperar menos de la final del mundial.- Decido responder a modo de saludo.

-No habíamos tenido la oportunidad de cruzarnos en el campo de juego así que me presento, soy Liikian Soues y es un gusto. Pero dudo que no me reconozcas ya que todo el mundo habla de mi.
¿No es así?-Parloteó el con una arrogante sonrisa.

No creí que mi primer encuentro con el sería de esta forma y tampoco creí que se le hubieran subido los humos a la cabeza.

Es decir si, había rumores acerca de su cuestionable personalidad pero debía atribuirle a eso, simplemente eran rumores. ¿No? Parece ser que al final todo resultó ser cierto.

Decidí ignorar eso último y continúe avanzando por el césped del campo de juego.
Me dirigí pues así a los vestidores por medio del túnel que conectaba el terreno de juego con un gran pasillo y dentro de este, es muy común que alberguen algunas que otras áreas, pero lo principal son los vestidores sin duda alguna.

Ahí donde ambos equipos tenemos tiempo a solas para descansar, tomar un poco de agua, u orinar.
Pero principalmente el medio tiempo era utilizado por el equipo técnico para repasar el plan de juego y realizar un autoanálisis.

Luego de unos cuantos pasos llegue por fin con mis compañeros de equipo. La gran mayoría estaban sentados en las bancas acolchonadas que formaban una especie de rectángulo al rededor del vestidor.
Me senté junto a Alan, mi compañero más cercano del equipo y tomé un termo para hidratarme mientras escuchaba a el director técnico. Fueron aproximadamente 10 minutos de charla motivacional y mejoras a la alineación central. Ni siquiera sabía si estaba permitido fumar ahí adentro pero el DT lo hacía como si fuera lo más normal.

Al fin y al cabo estamos en Alemania, la famosa tierra de Hitler y los nazis ya saben, más que nada esa irrefutable reputación. Quién sabe que tanta maldad haya aquí.....
Solo por precaución deberíamos mostrar algo de respeto.

Salgo antes del vestidor buscando estar un tiempo a solas, tan rápido como llegué al pasillo comencé a tener escalofríos por mi cuerpo, el túnel aún estaba vacío pero el ambiente gélido se debía tal vez a la falta calefacción o la poca iluminación. Con mi termo en la mano me dirijo al final del túnel, o al menos esa es mi intención hasta que me topo de nuevo con Liikian.

Quién para mi no agradable sorpresa está justo al final del pasillo. Vaciló un poco antes de seguir avanzando pero finalmente sedo ante los nervios por el inicio del segundo tiempo.

-¿Gustas?- Le ofrezco del termo que llevo conmigo en mis manos.
Porque puedo dejarme llevar un poco por los prejuicios pero no tengo motivos para no darme el chance de conocerlo y juzgar por mi mismo la situación.















Between the playing fieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora