Avery J.
—Me tienes que estar tomando el pelo —es lo único que logro soltar tras lo que me acaba de decir Jake.
Hoy se va en la noche de vuelta a Arizona, y vaya que nuestra despedida sí que es buena... Sus padres quieren conocerme. Sé quiénes son: Christina y Jamie. Y tampoco se me pasa el nombre de su hermana: Clair.
Salen muy poco por las redes sociales, básicamente porque lo único que les importa a los demás es su hijo. No sé cómo se sentirán ellos al respecto. Supongo que bien porque, al fin y al cabo, no son a sus padres a quienes persigue la prensa cuando se los topan, sino solo a Jake.
No hay rastro de diversión ni de vacile en la expresión de Jake, y ya empiezo a deducir que lo que me está contando es cien por cien real. Fuera bromas.
—No. Ellos quieren conocerte, Avery.
—P-pero... ¿me quieren conocer por el simple hecho de conocerme y ya está al decirles lo nuestro o...?
—Sí, sí. Bueno, vieron lo de ayer y...
—Ahhh... —Ahora todo tenía sentido. Yo también las había visto en mi piso, y tuve que darle a Helena un montón de explicaciones, ya que lo vimos las dos juntas.
Al no ser tan fan del fútbol ni de todo ese mundo, no le importó que me haya quedado callada todo ese tiempo con lo de Jake pese a que compartimos piso juntas y solemos ir de aquí para allá cuando queremos hacer la compra.
—Supongo que ya vas encajando piezas —me dice Jake.
—Sí. Creo que sí. Bffff. Mira, Jake, a mí no me importa tener que conocer a tu familia. Sería superguay y así ya nos quitamos ese peso de encima. Pero..., el problema está en que no sé si yo les gustaré.
—Tienes puntos a tu favor. Mi madre me dijo que cuando te vio por la tele, le pareciste maja.
—Ya... Creo que eso no es suficiente —respondo poniendo los ojos en blanco —. Además, ¿cómo los voy a conocer? Es una locura. Yo estoy en Oklahoma y tú en Arizona.
Me impaciento y me siento en la acera con la cara enterrada en mis manos.
Una cosa es conocer a un par de señores que, al igual que yo, casi nadie del mundo conoce; y otra cosa es enfrentarme con dos que, no solo son los padres de mi novio, sino que son los padres de mi novio famoso.
—Tranquila. Ellos ya lo han pensado todo —me dice acercándose a mí por detrás y plantándome un beso en la zona del cuello por la nuca, algo que me relaja y me excita en parte.
Me muerdo el labio para no desviar mis pensamientos centrados en el tema a los ardientes.
—¿Y qué tienen pensado? —pregunto girando un poco la cabeza para mirarle. Sus ojos son hipnotizadores, pero intento centrarme en lo que estamos hablando.
—Pagarte un pasaje hasta Arizona solo para ti. De ida y de vuelta —suelta y, acto seguido, me dice la fecha por la que se habían decantado sus padres. Una semana exacta antes de Navidad.
Mis clases en la universidad ya habrían acabado y empezarían las vacaciones de Navidad y de las fiestas.
Sin palabras. ¿Les importa tanto conocerme que piensan despilfarrar dinero solo para que vaya a decir literalmente "hola, soy la novia de su hijo", hablar un poco con ellos y volverme?
Creo que sí que están muy interesados por verme. O bueno, más bien será por su hijo, para ver que no está saliendo con una chica cualquiera.
Y no sé si yo soy el tipo de chica que ellos querrían para Jake. Aún no lo sé. No tengo ni idea de cómo son. Solo los he visto en fotos.
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El Último Partido ✔️[COMPLETADA]
Novela Juvenil¿Se puede una ilusionar con el amor de alguien a quien no conoces y que solo lograrás ver en la televisión o por sus fotos en las redes? En esta ocasión, Avery Jones nos deja claro que sí, que todas en la vida hemos tenido amores imposibles en famo...