Si algo envidiaba de las personas que habían robado su vivienda, era su pulso.
¿Por qué? Simple, porque el pulso significaba que te daba vida y estar vivo significaba que podías amar.
Jeongin había amado en vida, con cada latido de su corazón en él estaba Minho, viviendo en sus recuerdos hasta que su corazón paró de latir después de mucho años en soledad.
Con el paso de los días, Jeongin se daba cuenta que su aspecto no cambiaba y al haber muerto a una edad avanzada, creía que al estar frente al espejo tendría esta misma apariencia, pero se equivocó; era el rostro del pequeño Jeongin que se había enamorado de Minho.Los días transcurrían con cambios en su casa que no le gustaban y si tuviera oportunidad de comunicarse, tampoco los hubiera aprobado.
Cada vez reconocía menos el hogar donde había pasado casi toda su vida, donde lastimosamente ni siquiera la mitad de ella lo había pasado junto a la persona que había escogido para vivir hasta el último momento.
Y si Jeongin era lo suficientemente honesto, cuando Minho se fue, todo cambió en su vida porque perdió el rumbo de ella.
Había visto irse a su prometido con el paso de los años, cada día más perdido en sí mismo; hasta que finalmente, pasó, él se fue.
Con la muerte de Minho, la casa se puso triste, lloraba por las noches de lluvia y Jeongin tenía que cuidarla, la reparaba constantemente para que el agua no se filtrara y nuevamente la pintaba, pero con la siguiente lluvia, pasaba exactamente lo mismo.
Todo empezó cuando Minho se había marchado, antes de ello su hogar era feliz y fuerte, iluminado por el sol, resguardaba un refugio para dos, así que cuando se marchó, comenzó a caerse pedazo a pedazo, su pared, su pintura, el agua mojaba los pisos y no había una solución a ello por más que tratara de encontrarla.
Su pequeño hogar extrañaba a su dueño, extrañaba a Minho.
Hace muchos años atrás, cuando decidieron vivir juntos y comenzar su vida en pareja juntaron sus ahorros de los cuales estaban destinados para tener su propio piso, encontraron una pequeña casa en venta a un precio accesible y esa noche festejaron con una copa de vino, remodelaron juntos, tumbaron paredes, ventanas y lo hicieron más grandes, el pasto muerto volvió a nacer y la casa comenzó a llenarse de adornos y muebles por doquier hasta que finalmente pasó a convertirse en un hogar.
Habían crecido juntos y ahora la pobre estaba más vieja que Jeongin, no creía que fuese a soportar más remodelaciones sin antes que todas sus paredes cayeran de una manera tan indefensa.
Su pequeño hogar fue cuidado y amado, Minho le solía cantar en las noches con su guitarra, y ahora no había nada que pudiese escuchar para estar tranquila.
Porque en las noches de lluvia, cuando Jeongin lloraba, la casa lloraba aún más fuerte deseando volver a estar viva.
No iban con frecuencia a su habitación, porque a aquella mujer Jieun le causaba terror atravesar la puerta y Jeongin sabía exactamente la causa de ello.
Hace un par de noches fue cuando ocurrió, la noche había caído y eso significaba que Jongsuk y Jieun se habían ido a la cama para irse a trabajar la mañana siguiente, esa misma noche Jeongin estaba intranquilo.
Quería volver al pasado donde aún tenía aire por respirar y a alguien por amar, o al menos a sus últimos días donde aunque sus pies ya no pudiesen marchar, estaba solo en su hogar y nadie los interrumpía como lo hacían en ese momento.
Ahora sólo estaba perdido y furioso, pisando con fuerza de un lado a otro por toda la habitación seguido por Copito que corría por alcanzar sus pies.
Eran las tres de la mañana cuando los pasos de Jeongin se interrumpieron porque marcaron al teléfono de la casa.
Nadie fue.
No salieron de la habitación para ir a contestar y el teléfono seguía sonando sin parar ni siquiera por un segundo "¡Ring ring!" podía escuchar desde el otro lado de la casa; así que Jeongin fue a atenderlo.
Tomó el teléfono entre sus manos y contestó.
—¿Bueno? —Escuchó un suspiro del otro lado de la línea de llamada, por un momento se quedó callado, esperando a que respondieran, pero nada, otro suspiro más — Minho, ¿eres tú?
Nadie volvió a responder, iba a colgar por la misma razón dado que era la única persona que estaba hablando, pero hubo algo que lo frenó de hacerlo, y es que apenas lo percibió, si hubiese estado distraído la llamada habría finalizado, pero lo escuchó.
"Dulce corazón"
Y volvió, en un segundo que no percibió; a décadas lejanas donde los recuerdos eran vividos, a esa noche donde ambos se dieron cuenta de lo enamorados que estaban uno del otro.
Y es que no hay una declaración de amor a la que todos nos podamos apegar para hacer las cosas más sencillas, porque entonces no sería real, no sería tuyo y Minho lo sabía a la perfección, y quería que Jeongin fuera suyo.
Así que si íbamos hacia el pasado, había un pequeño Minho enamorado con un corazón que no paraba de latir por alguien ajeno.
Había sido en un parque donde ocurrió, iban tomados de las manos contando malos chistes y riéndose de ellos, Minho le había conseguido a Jeongin un girasol porque sabía que le fascinaban y que él le guiaría con tanta luz para que creciera. Y Jeongin era su primer amor, así que no lo quería arruinar, no quería perder lo que tenía hasta ese momento.
—¿Jeongin? —Preguntó llamando la atención del chico de la flor.
—¿Si? —Contestó regresando la mirada hacia Minho quien lo miraba nervioso.
—Me gustas, Jeongin —Pararon de caminar, es que en ese momento Jeongin sabía que había algo entre ellos, pero no estaba seguro si era lo suficientemente fuerte para continuar hacia una relación —Y desde el día que nos conocimos no he dejado de enamorarme cada vez más de ti, si me lo permites, quiero que sea así por el resto de nuestras vidas porque ahora que estás aquí y que estoy contigo, sé que no quiero nada más, por favor, deja que este dulce corazón cuide de ti.
Y sin tener respuesta, sin saber qué decir, al descubrir a su verdadero amor que pasaría con él compartiendo muchos años de su vida, le otorgó el permiso.
—Cuidaré de él como él de mí.
Y lo dejó hacerlo, cuidó de él incluso cuando lo olvidó, cuando se fue, seguía cuidando de Jeongin aunque continuamente se sentía perdido y solo.
Su dulce corazón lo cuidó.
—¡Minho! —Gritó ahora por el teléfono — ¡¿Dónde estás?! ¡Por favor, ven por mí, hay personas en nuestra casa y no puedo descansar con ellas aquí, Honnie, están invadiendo nuestro hogar! Quieren llevarse nuestro cuadro de cuando te pedí matrimonio ¿Lo recuerdas? Dime por favor que no me has olvidado y recuerdas nuestro día de casados y que recuerdas todo lo que vivimos, por favor, no quiero estar en una casa donde no existan más que los recuerdos que tengo de ti y no tú de mí —Relajó su garganta, escuchando nuevamente un suspiro— ¿Por qué te fuiste, Minho? ¿Por qué te fuiste sin mí, dejaste de amarme y decidiste continuar solo? Me da miedo seguir aquí, es un lugar frío y no puedo salir, la puerta está atascada, Copito y yo te extrañamos, por favor vuelve a casa.
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❝ 𝗠𝗜𝗡𝗛𝗢, ¿𝗘𝗥𝗘𝗦 𝗧𝗨́? . . .
Fanfiction━━ ⦗ 𝖒𝖎𝖓𝖍𝖔, ¿𝖊𝖗𝖊𝖘 𝖙𝖚́? ⦘ ADAPTACIÓN MINJEONG ███████████ jeongin y minho se amaron en vida. ¿pero su amor fue suficiente para que jeongin sea capaz de encontrar a minho en el más allá? primera parte: ¿qué día...