Capítulo Especial (Joss, Tay, New.)

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Si había algo que Joss odiaba era a las personas de mente cerrada, su padre...su padre era parte de ese grupo de gente. Cada día le llegaba con una exigencia más; Joos se bueno en deportes, Joss necesito calificaciones perfectas, Joss sonríe más, Joss habla más, Joss necesito una nuera, Joss ten más amigos, Joss trabaja más, Joss consigue más socios, Joss aquí, Joss acá. Ya odiaba su nombre de tantas veces que su padre lo repetía.

Pero, ¿Qué hacía su madre? Ella... ella era dulce, amorosa, atenta, amigable y sin fin de buenas cualidades. Sus defectos, viajar por todo el mundo visitando y atendiendo cada una de las empresas que les pertenecían. La señora Wayar era la dueña de una reconocida marca de automotrices y por ende tenía muchas cedes alrededor del mundo.

Con su madre viajando a él le tocaba soportar las demandas de su padre. Joss no tenía una buena relación con su mayor y prueba de eso eran las miles de disputas que tenían a diario, justo como la de ahora....

-¡ERES UNA DESHONRA! YO NO TE EDUQUE DE ESA FORMA

-Tu no me educaste. - Contestó con el semblante sereno. -Lo hizo mi nana, a quien es la única que agradezco haber estado conmigo en todo momento.

-¡CÁLLATE! Ella solo era una mujer más. Yo te forme a mi imagen, pero veo que no te entró en esa tonta cabeza.

-¿Ya terminaste? Porque tengo tarea que hacer y tus gritos no me dejan concentrarme.

El mayor arrugó la frente molesto, por la actitud hostil de su hijo.

-¿¡Para que vas a estudiar!? Mejor vete a revolcar con cualquiera de tus amiguitos.

Joss rodó los ojos fastidiado. Cerró su cuaderno de golpe y lo metió en su mochila. Bajo la atenta mirada del Señor Wayar, subió a su habitación. Una vez ahí, buscó dentro de la caja fuerte una llave. Tener una madre millonaria tenía sus ventajas, y una de ellas era tener varias propiedades.

Layla, madre de Joss conocía lo hostil que era la relación padre e hijo por lo que en su último cumpleaños compró una casa sencilla para el pelinegro como regalo.

Conociendo los alcances de su padre, había preparado su ropa y un poco de dinero para irse en cuanto le hablará sobre sus preferencias sexuales. Una maleta y su mochila era lo único que llevaba al salir de la gran mansión. Tendría que esperar mínimo un mes, tiempo estipulado en que duraría el viaje de su madre, para volver.

Dos semanas concluyeron por primera vez en completa tranquila, consiguió un trabajo en una cafetería para asegurarse que no le faltará el dinero. En su tercera semana conoció a un chico rubio, alto de ojos redondos y grandes con unos labios increíblemente gruesos.

-Buenas tardes mi nombre es Atthaphan y vine hace unos días para confirmar el empleo. - Habló un chico con hermosa sonrisa.

-Atthaphan. - Pensó unos momentos antes de responder. - Oh si Atthaphan. Pasa por aquí te daré tu uniforme y te explicaré un poco de lo que debes hacer.

A él le había resultado sencillo adaptarse a su empleo como barista por lo que el encargado había dejado a su cargo al nuevo.

-Por cierto, mi nombre es Joss. - Se presentó con una ligera sonrisa.

-Un gusto Joss, puedes llamarmeGun si se te hace muy largo mi nombre.

-Está bien Gun será.

Horas transcurrieron con normalidad hasta que el par de amigos que solía ir a diario entraron. Gun fue quien los atendido, pero en esta ocasión se sintió un poco observado y cuando despejó su vista de la máquina se encontró con un par de ojos alegres que destilaban alegría y emoción, el chico rubio que lo miraba le regaló una sonrisa que lo hizo sonrojarse y apartar la vista.

Diseñando a tú bebé ~ OffGunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora