La ailurofilia es el amor por los gatos o felinos,
Abrí los ojos con sorpresa, yo no había pedido esto no que yo recuerde
──Madre santa...¿De quien sera si mio no es? ── me pregunté sosteniendo la caja
Al parecer el repartidor se confundió de dirección ya que el número de mi puerta se tapo un poco por mis plantas guía
Le di la vuelta a la caja buscando el verdadero propietario de este paquete tan... Curioso
── hanemiya kazutora... Nunca pense que te gustará ésto, pero quien soy yo para juzgar ──
Volví a colocar todo dentro y sali de casa para dirigirme a la de mi querido vecino
Toqué la puerta con pasiencia, normalmente se tarda en abrir
── ¡voy!── la voz masculina
La puerta se abrió y ahí estaba, kazutora con su cabello un poco húmedo y con la ropa mal acomodada, seguramente se estaba duchando... Espero
──¡TN mi vecina favorita! ¿Que te trae a mi morada? Pasa pasa ── no me dejo hablar y ya estaba dentro de su casa
Me empezó a guiar hasta su sala donde me obligo a sentarme en uno de los sillones
── pues recibí tu paquete por error y no me di cuenta hasta que lo abrí, lo Siento mucho kazutora── extendí el paquete
El levantó la ceja con curiosidad, al parecer había olvidado que lo había pedido
── te doy una pista; meow── imite el maullido de un felino
El rostro del hombre se tiño de rojo y arrebató el paquete de mis manos como si quemara
── ¡NO ES LO QUE CREES TN! ── se excusó
── no te estoy pidiendo explicaciones kazutora, pero si me sorprendi un poquito ── me recargue en el respaldo del sillón
── es que me dio curiosidad... y por eso lo compre, no es que me guste usarlos en mí pero me dió curiosidad── de los nervios empezó a trabarse al hablar
──¿entonces es tu primera vez? ── pregunté
El asintió sonrojado
── ¿te gustaría que yo te ayudará?──
Dudo unos segundos pero solo asintió con vergüenza
.
.
.
.
Kazutora llevaba puestas unas bonitas orejas de tigre sobré su cabeza
ESTÁS LEYENDO
FETICHISMO [Tokyo Revengers Y Tu]
FanfictionEllos solo querían ganar una apuesta y acostarse contigo pero con el transcurso del tiempo descubren fetiches que ni ellos sabia de su existencia