IV

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"Las personas destinadas a encontrarse lo harán, aparentemente por casualidad, precisamente en el momento correcto."

-Ralph Waldo Emerson.

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Louis lo estaba pintando.

Esta vez está desnudo, prefería que Louis lo pintara de esa forma.

Está sentado en una cómoda silla con sus piernas cruzadas y sus manos en su regazo. Sus rizos estaban sueltos y su rostro veía hacia la ventana obteniendo los primeros rayos de sol,

Louis estaba concentrado en la pintura en frente de el mientras bebía su vino. De acuerdo a su cuenta era su tercera botella, tal vez estaban borrachos, pero ¿A quien le importa? Están en Paris.

"Gracias." Edward dice rompiendo el cómodo silencio. 

"¿Por?" Louis pregunta sin levantar la vista de la pintura.

"Por no odiarme." Responde con un suspiro.

Ve por el rabillo del ojo cuando Louis lo ve.

"Sería incapaz de odiarte, Edward." 

"Eso es bueno no sería incapaz de vivir en un mundo donde me odiaras."

El silencio está presente de nuevo. Todo lo que escucha son las aves cantar, el viento y el pincel de Louis.

"¿Rompí tu corazón?" Edward se atreve a preguntar con miedo de la respuesta.

"Los corazones de los poetas se rompen todo el tiempo. Por un amor perdido o por la poesía." El contesta. "Lo que importa es que estás aquí ahora. Estamos juntos." Louis lo consuela y el sonríe.

Edward no dice mas, tiene miedo de decir algo y que todo sea un sueño para despertar en una oscura habitación y que tristeza lo consuma.

"Tengo un secreto que confesarte." Edward murmura y Louis le da su completa atención.

"Soy todo oídos." El dice.

Edward suspira viendo por la ventana.

"Justo antes de irme te escribí una carta pero nunca te la di."

"¿Y por qué no?"

"Porque usualmente no soy bueno con las palabras." Harry responde.

"Todas las palabras que vienen del alma son sinceras y verdaderas." Sonrió después de decir eso. "La pintura está lista, ven a verla."

Edward se levantó de la silla, agarró su bata del sofá y caminó hacia Louis sentándose en su regazo. Miró la pintura y sus ojos se llenaron del lagrimas. La pintura era hermosa. Louis tuvo la cuidado y delicadeza de pintar todos los detalles de Edward. Incluso las manchas esparcidas en sus muslos. 

"¿Que piensas?" Louis pregunta descansando su barbilla en el hombro de Edward.

"Es la obra de arte más hermosa que he visto en toda mi vida." Responde con voz llorosa.

Louis hunde sus manos en los rizos del contrario, acercándolo para un beso y luego susurrando. 

"En una habitación llena de obras de arte, aún estaría observándote a ti."

Hicieron el amor toda la tarde en medio de pinturas. Louis lo observó con tanto anhelo y lo amó de la forma más delicada posible, besando su cuerpo entero, mientras Edward solo sabía como gemir y rogarle que no parara. Con sus cuerpos ya sudados tomaron un baño de burbujas en la tina victoriana del baño de Louis. El lavó sus rizos y su cuerpo entero, después sacó su libro de poesía y se lo comenzó a leer.

Cuando el agua estaba fría y sus dedos arrugados decidieron salirse. Se cambiaron a cálida y cómoda ropa y subieron al techo. Louis se aseguró de llevar cobijas, almohadas, una botella de vino y copas. La noche era fría y la luna llena y brillante.

Dicen que la luna es la guardiana de lo amantes apasionados.

Edward estaba acostado en el pecho de Louis mientras este acariciaba sus rizos.

"La noche en la que te vi, yo estaba bastante en la mía, quería jugar difícil, ni siquiera hablé del desastre que causaste en mi corazón." Susurró Edward.

Levantó su cabeza para observar a Louis que lo estaba viendo curiosamente.

"En ese momento supe que había rotó todas las barreras que me mantenían de no creer en el amor. Tu me hiciste sentir vivo por primera vez y sentí como si por fin pudiera respirar. Antes de eso tenía miedo de escuchar esas dos palabras dejando mis labios, ahora no tengo mas miedo y es gracias a ti, así que tengo que confesar que te amo mi gran artista. Te amo. Y siempre te amaré."

Louis se levantó y continuó viéndolo. Sus ojos estaban brillosos con lagrimas que descansaban ahí y una gran sonrisa que pintaba sus labios.

"Repítelo por favor. Necesito escucharlo de nuevo." Pidió.

Edward sonrió y limpió sus lagrimas que mojaban sus mejillas. Se sentó en el regazo de Louis y acunó su rostro en sus manos para ver sus ojos azules.

"Te amo, mi amor !Te amo¡" Esta vez no susurró para que solo el escuchara, gritó para que todos lo hicieran.

Louis agarró su rostro y lo besó. El beso envuelto en amor, afecto y pasión. Las mejillas de ambos estaban húmedas de lagrimas pero no les importó.

Louis rompió el beso y lo vio.

"Te amo, mi amor. Te lo puedo decir por fin a ti y al mundo !Te amo¡"

Louis también lo gritó, declarando su amor a todo Paris con la luna como testigo.

"Eres el único que no puedo perder. Nadie me ama como tu lo haces." Edward susurró contra sus labios.

Se quedaron despiertos toda la noche haciendo planes para el futuro, porque ahora no tenían miedo de lo que el destino tuviera para ellos en su historias. Estaban juntos.

Edward, Louis, Paris, la luna y una botella de vino.

Iban a ser como el sol y la luna, no sabían si iban a estar juntos para siempre, pero si no lo estaban, Saturno iba a guardar sus memorias hasta que regresaran.

Lo siento si hay faltas de ortografía, no lo revisé pq no quería esperar para subirlo lol

-Ren 🎸

Almost love [lwt+hes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora