cap.2 Voz negativa

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—Mamá, olvidé mis pastillas y sólo pude dormir dos horas—. Le confesé mientras estaba en sus brazos, no quiero soltarme de su abrazo. Tengo el sueño atrasado y ya me está pasando factura por no haber dormido toda la noche. Todavía seguía allí parada, en la sala, abrazando a mi madre, hasta que alguien tocó la puerta.

Mamá se separó de mí para ver quién era, no antes sin dejar un beso en mi frente. Yo la seguí.

Debería ir a mi cuarto a dormir, pero no iré solo porque quiero saber quién está al otro lado de la puerta de entrada tocando.

La curiosidad mató al gato, lo sé. Yo soy curiosa y todavía sigo viva, y no es la primera curiosidad que descubro, he.

Camino hacia la misma dirección que toma mi mamá.

—¿Quién es, mamá?—. Le pregunto antes de llegar a ella, ya que no abre la puerta del todo

—Hola ¿a quién busca?—. Ignorando mi pregunta, habló pero no fue para mí. Dijo a cuya persona que al parecer, no conoce.

—Mike Gourmeth—. Escuché una voz masculina decir el nombre de papá.

—Sí, ese es mi esposo ¿se puede saber para qué lo busca?—. Evaluando el tono de mamá, cada palabra que decía enviaba un ápice de escepticismo al sujeto desconocido.

—Oh no,no, no se preocupe, no es nada malo

—¿Que no me preocupe?. Viene un hombre desconocido a mi casa, buscando a mi esposo, y me dice usted que no me ¿¡preocupe!?—. Oh no, mamá se enojó, mejor me voy a mi cuarto.

Pero, la conversación se tornó algo interesante, así que me interesa saber qué le dirá ese hombre al ver la reacción de mi madre. Con la puerta medio abierta, más que ella misma cubre el espacio dónde está y no me deja ver al sujeto ese, tuve que acercarme con pasos silenciosos para saber con exactitud, y ponerle rostro al individuo de voz masculina.

Mamá no paraba de preguntarle al hombre porqué buscaba a papá, y él solo se limitaba a decir que es un asunto confidencial. Eso sí que la hizo más enfadar de lo que estaba por no obtener la respuesta que ella quiere saber. Y yo sigo sin siquiera ver el rostro del sujeto desconocido, sólo porque mi madre está ocupando todo el espacio que deja verlo.
Me pregunto si ella sabe que estoy atrás de ella y por eso me impide ver quién es.

Cuando logro estar un poco más cerca para saciar mi curiosidad...

Mamá la cierra con una fuerza que pensé que rompería la puerta.

Mis ganas de saber quién era, se fueron por el cañón.

Quería preguntarle, pero mejor se lo digo más tarde, cuando se le haya pasado el enfado. Sin darle más vuelta, me retiro en dirección a mi habitación.

Y como era de esperar, me llama

—Emma.

Me giro, forzando mi mejor cara de inocencia.

—No ha pasado nada,yo no vi nada, no escuché nada—. Le digo casi arrastrando las palabras, con una sonrisa de boca cerrada, haciendo el gesto de cierre en mi boca, dándole entender que no diré nada.

Dicho esto, mamá asintió sonriendo con nostalgia y me dejó ir a mi cuarto sin decir más.

En cuanto entré a mi cuarto, fui al baño a darme una ducha, luego de eso me tiré en mi cama y enseguida caí en los brazos de morfeo.

Zzz(horas después)

Estaba tan cansada que no me di cuenta que todavía cargo el paño alrededor de mi cuerpo, con tan solo vistiendo mi ropa interior debajo.

Blanco y negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora