Difícil 》Pei Ming x Shi Wudu

One Shot

"¿Qué es lo que acabas de decir?" cuestionó Pei Ming al oficial celestial del cual ni siquiera recordaba el nombre. Lo habría ignorado de no ser por aquello que dijo sobre su persona. 

''Sólo digo...'' comenzó. ''Que todo el mundo conoce perfectamente lo buenas que son sus habilidades para conquistar los corazones de las mujeres. Sin embargo... Dudo mucho que esas habilidades tengan efecto en los hombres, eso es todo.''

Si bien Pei Ming nunca antes había tenido la necesidad de conquistar a un hombre, porque en principio, sólo le gustan las mujeres, ese comentario lo había ofendido. ¿Acaso ese ridículo oficial celestial desconocido creía que no sería capaz de seducir a un hombre? Estaba listo para demostrarle lo contrario.

''¿Usted cree eso?'' Pei Ming volteó su mirada en busca de algo. En cuanto lo encontró, sonrió. ''Vea esto.''

Dicho eso, se acercó hacia su objetivo. Caminando tranquilamente por la capital celestial, se encontraba Shi Wudu, el Maestro del Agua y además, amigo íntimo de Pei Ming. En general todos tenían sus precauciones al acercarse hacia él, ya que era conocido por tener un carácter difícil a pesar de su rostro angelical. Pero Pei Ming no sentía ese miedo que todos los demás sentían. 

''¡Wudu!'' exclamó en cuanto se acercó. 

Curioso, el Tirano del Agua se volteó al escuchar su nombre siendo pronunciado con tanta confianza. Su expresión se relajó en cuanto vio a su querido y viejo amigo. 

''Pei Ming, ¿en qué puedo ayudarte?'' cuestionó mientras se abanicaba aburrido. 

''Sal conmigo.'' le dijo con una expresión de completa seriedad, cosa que hizo que el otro alce las cejas.

''Claro, ¿salir a dónde?'' curioso, siguió caminando despacio, con Pei Ming siguiéndole el paso detrás. 

''No, no entiendes.'' hizo que se detuviera sosteniéndolo del brazo. Shi Wudu se soltó en seguida y cerró su abanico con fuerza.

''¿Qué es lo que te pasa? Estás extraño hoy.'' murmuró cruzándose de brazos.

''Quiero que salgas conmigo, que estés conmigo esta noche, ¿qué te pare-''

Pero no pudo terminar la pregunta, ya que el otro le propició un golpe con el abanico cerrado, justo en la cabeza. Pei Ming se alejó unos metros y se toco la zona que acababa de ser golpeada. No le dolió, aunque le dio con fuerza.

''¡¿Estás envenenado o qué te pasa?!'' gritó escandalizado. ''¿Te crees que soy una de tus mujeres?''

''¡Claro que no!'' Pei Ming le devolvió el grito y a esa altura, varios otros oficiales celestiales se voltearon a mirarlos. ''Sé que no eres una mujer, eso lo puedo ver bien.''

''No saldré contigo, no seas idiota.''

Aunque trató de detenerlo otra vez, Shi Wudu sólo lo ignoró y dejó a su amigo detrás, con la palabra en la boca. Pei Ming, por otro lado, chasqueó la lengua y se volteó, encontrándose directamente con la mirada de aquel oficial celestial que previamente había cuestionado la efectividad de sus habilidades. A juzgar por su mueca, parecía como si se estuviera aguantando la risa. 

''¿Qué? Si quieres decir algo, sólo dilo.'' Pei Ming se cruzó de brazos mientras se acercaba.

''Oh no, por favor, general Ming Guang... Creo que una imagen habla más que mil palabras. Sin embargo, si en verdad desea saber lo que pienso, le diré que ha elegido un objetivo con dificultad muy alta, ¿no cree?''

''Tal vez, pero no es nada imposible para mí conseguir que el Maestro del Agua me acepte.''dijo. Y aunque se mostró bastante seguro por fuera, en realidad... No lo estaba. Acababa de ser rechazado fría y cruelmente.