Vampire's Moon |Edward Cullen|

Capítulo 2 |Chicos grandes|

Doce años

Me encontraba acostada en el césped del jardín delantero de mi casa, el día se encontraba nublado como la mayoría de los días del año en Forks, por lo que podía ver hacia el cielo sin que los rayos del sol interrumpieran mi visión, mis brazos y piernas se encontraban extendidos y mi cabello suelto lo tenía acomodado hacia arriba de mi cabeza.
Acudía al séptimo grado en la escuela de la reserva, justo donde mi madre daba clases y no tenía mucho de haber salido y regresado a mi casa. Mark, el hijo mayor de Sam y Emily, el cual era menor por solo unos meses, me había acompañado, pues Jacaim se había quedado a jugar en casa de Jeremy —el hijo de Jared y Kim—, quién tenía un año más que el hermano menor de Mark, Madoc de 12 años.

Yo no necesitaba que nadie me acompañara, nadie se atrevería a hacerme algo al ser la hija del jefe de la tribu, pero el había insistido, pues estaba enamorado de mi y aunque el no me lo hubiera dicho, era lo suficientemente inteligente para haber deducido aquello.

—A veces no lo entiendo, Claire es la impronta de Quil, pero solo es dos años más grande que nosotros —le dije a Mark, quién estaba sentado a mi lado.

—Bueno, lo que mi papá me ha dicho es que en la imprimación aquello no importa, porque Quil Ateara solo ve a mi prima como un mejor amigo y así seguirá siendo hasta que ella tenga la edad suficiente para enamorarse de él.

—Su destino es estar juntos... —el asintió viéndome con un brillo en sus ojos.

—¡Aquí estás, pequeña Anala! —Leah gritó hacia nuestra dirección saliendo de entre los árboles, con Seth detrás suyo y dirigiendo una sonrisa hacia mi.

—No soy tan pequeña —me quejé incorporándome.

—Para mi siempre lo serás —corrió a mi encuentro y me abrazó—. Hola, Mark.

—Hola —respondió este mientras Seth le revolvía el cabello.

No sabía mucho de la historia entre Sam Y Leah, pero sabía que tenía que ver con Emily y por está razón el carácter de la mayor de los hermanos Clearwater tenía un temperamento tan fuerte —más con los demás que conmigo—, sin embargo, hacía un esfuerzo por llevarse bien con los pequeños Uley.

—¿Dónde está tu padre? —me preguntó Seth.

—En el taller, con Collin, Brady y mi tío Paul —el mencionado era el esposo de mi tía Rachel, la hermana de papá, se habían casado cuando tenía seis y ahora tenían una pequeña de cinco años.

—¿Con Rachel? —negué.

—Ella se quedó con Luna.

—Bien, iré a verlo —Seth se despidió con un movimiento de cabeza y corrió hacia el taller, a pesar de estar nublado llevaba unos pantalones cortos y una playera delgada.

—Yo igual ¿Vienen? —nos preguntó su hermana a lo que yo acepté ipso facto, pues estar con Leah me encantaba, era increíble el hecho de poder convivir con la única mujer lobo de toda la manada. 

—¿Me vas a dejar aquí? —Me preguntó Mark entrando a la conversación.

—Puedes venir, si quieres —me encogí de hombros.

Mi respuesta pareció no gustarle, por lo que frunció los labios y negó con la cabeza.

—Es mejor que vaya a mi casa, mamá debe estarme esperando —asentí y cuando el se despidió tanto de mi como de Leah, se fue corriendo rumbo a la casa de los Uley.

—Tu le gustas —me confirmó Leah algo que ya sabía.

—Lo sé —le respondí secamente una vez que empezamos a caminar hacia el taller—. Y es lindo pero... solo tenemos 12 años.