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El ambiente en casa era diferente, los gemelos se hacían una vaga idea de lo que había sucedido, ¿como no?, ellos eran observadores, claramente aquel golpe en el rostro de sus mami no fue accidental.

Sobre todo por que su padre se había esfumado hace más de una semana.

Estaban preocupados, pero no querían molestar más a su mami...por que claramente no se notaba bien.

Por otro lado yoongi estaba angustiado....no sabia que hacer, ¿jungkook estaría comiendo?, ¿durmiendo bien?, ¿cansado?

Negó con suavidad y dejo de ver su reflejo en aquel espejo, las prendas que yacían sobre la cama fueron tomadas y colocadas sobre su cuerpo.

Le gusto como aquel vestido celeste pastel contrastaba con su piel, jungkook lo miraba como un inútil.

Un jadeo bajito escapo de sus labios y cubrió su boca mientras se sentaba, las lágrimas nuevamente derramándose por sus mejillas.

A él no se le fue permitido seguir estudiando lo que deseaba...tampoco tenía interés en hacerlo.

Trato de calmarse...no había parado de llorar desde aquel suceso, ¿como era posible que el hombre que lo trato con tanto amor fuerza capaz de haber hecho eso?...

Fue culpa suya por ser impaciente...debió dejar que jungkook durmiera y nada de eso hubiera pasado.

Sin más salió de la habitación, la cocina fue su destino, jungkook solo dijo la verdad...aparte cocinar no era tan difícil ¿verdad?














Hp, no tengo separador.















Jungkook quiso saltar de la alegría al ver aquel documento, suspiro aliviado...el esfuerzo valió la pena por completo, este negocio no solo lo salvo de la quiebra si no que también aumentó las ganancias.

Desde hoy en adelante no dejaría que nadie más tome los asuntos principales de la empresa.

Tomo su móvil para poder marcarle a su bonito esposo pero rápidamente descarto la idea, sus manos refregaron su rostro y su vista se fijo en el escritorio.

Había una foto de su boda, una de todos sus hijos y otra familiar....

- oh mi pequeño yoongi, ¿que hice?

Las palabras salieron de manera desorientada, no pudo evitar llorar, ¿y si yoongi decidía dejarlo?, ¿pedirle el divorcio?, después de todo lo había lastimado no solo físicamente.

Mierda, estaba tan arrepentido de sus actos brutos.

Un golpe era algo serio, claro que lo era...¿y si yoongi le tenía miedo ahora?, no, no, no.

El no podía vivir sin su pequeño príncipe y principitos.

También sabía que era hora de regresar a casa, había pasado demasiado tiempo pero quería arreglar todo en la empresa para luego resolverlos los problemas de casa....aunque debió ser al revés.

Tomo su móvil y presiono un contacto en especial.

- mamá...si, yo necesito que recojas a los chicos de mi casa y los mantengas en la tuya hasta que yo te llame....gracias.

Poco tiempo después salió de aquel gigantesco edificio, su primera parada fue la florería favorita de yoongi.

Yoongi amaba las rosas. Una sonrisa amplia se formó en sus labios al recordar cierta mañana en especial.

Recuerda que un dia antes había mandado a comprar y plantar varios tipos de rosales en el gigantesco jardín.

No había nada que celebrar solo quería ver a yoongi entusiasmado.

Su príncipe tenía la costumbre de que al despertar después de besarlo y darle los buenos dias se marchaba al balcón alegando la bonita vista que el sol y cielo le daban.

Entonces recordó como yoongi había gritado emocionado cuando vio todos lo rosales, también como se lanzó sobre el agradeciéndole el detalle.

Esa mañana empezó más que bien, por que encima de ver a gigi feliz lo tuvo debajo suyo gimiendo mientras el lo tomaba con dureza y pasión.

Yoongi era la alegría de su vida...siempre lo fue y esta solo aumentó cuando tuvo pequeños correteando por la casa.

Joder el tenia que conseguir el perdón,

siguió conduciendo hacia su hogar de manera cuidadosa...estaba tremendame nervioso.

Pero era hora de que afrontará las consecuencias de sus actos.


Mi historia entre tus dedos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora