Salí del coche empujando la puerta con mi pie, mientras en mis manos llevaba una caja llena de las invitaciones de la boda, agarré la caja con fuerza y sobre el flequillo que caía sobre mis ojos
Había pasado meses planificando cada detalle de mi boda, desde el vestido de ensueño hasta el lugar perfecto para celebrar, todo estaba meticulosamente organizado en mi mente, el día perfecto llegaría en unas pocas semanas, dos meses para ser exactos
Regresé a casa después de una agotada jornada de pruebas de maquillaje y arreglos finales, estaba cansada pero llena de emoción por lo que estaba por venir, abrí la puerta con una sonrisa en mi rostro, pero esa sonrisa se desvaneció al instante
La ropa de Lucas estaba por el suelo, junto a lo que pude ver perfectamente era la ropa de mi Sara, lo sabía porque yo misma se la había comprado por su cumpleaños, pude escuchar risas adentrándome en la casa, sabía lo que iba a encontrarme, sabía lo que iba a pasar y me quedé por unos segundos paralizada en el pasillo, pensando que si me daba la vuelta, no tendría que afrontar nada de esto, solo darme la vuelta y regresar en unas horas después de llamar a Lucas
Me quedé de pie quieta, mientras mi corazón se rompía en mil pedazos, el dolor me atravesó como una daga afilada y me quedé sin respiración ¿Cómo podría hacerme esto?
La rabia me invadió y las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, avance firmemente hasta nuestra habitación y los vi en nuestra cama desnudos ajenos a mi presencia, solo escucharlos me daban ganas de vomitar, estaban justo debajo de la foto en donde me pedía matrimonio, que estaba colgada en el cabecero de la cama
-¡No pueden estará haciendo esto en serio!- grité con todas mis fuerzas mientras intentaba quitar las lagrimas de mi cara con la manga de la chaqueta
Ambos se revolvieron quedándose enganchados en una maraña de sabanas, se quedaron mirándome sin decir nada, nos absorbió el silencio entre los tres, solo nos mirábamos
-¡¿Cómo puedes hacerme esto?!- las lagrimas bajaban por mi cara como dos cascadas incontrolables
Lo que nunca pensé en mirar a mi futuro marido a la cara después de encontrarlo con otra seria esa estúpida sonrisa cínica
-Victoria eres tan ingenua, llevo meses estando con Sara, simplemente me daba pena dejarte y como no me dejabas tranquilo, decidí que una boda te entretendría lo suficiente- su tono hacia que mi cuerpo se estremeciera
-Pero tú y yo…- las palabras se atoraron en mi garganta
-Por dios Victoria, eres enfermera y yo cirujana, no te puedes comparar conmigo- dijo entre risas Sara -Además eres su enfermera, ya sabes que eso está muy mal visto, eres débil, te falta carácter y sobre todo ser más mujer- decidí ignorar cada palabra que saliera por si boca
-Llevamos juntos desde mucho antes de que fuera cirujano y tú lo sabes
-Esto ya me está cansando, te soy infiel no te quiero, simplemente estaba acostumbrado a ti, Sara lleva gustándome años y encima esta a mi nivel, ella me hace disfrutar y no me avergüenza tenerla a mi lado, así que por favor déjanos tranquilos
-No puedes estar hablando enserio, acabas de empezar la especialidad y por ser un poco bueno, ya te crees la gran cosa, llevo años contigo Lucas, años desde antes de empezar la carrera
-Por eso le daba pena dejarte Victoria, no tienes padres, ni familia, estas tan sola que no sabíamos lo que podrías hacer- dijo lo ultimo en un susurro mientras se reía en mi cara y acariciaba por debajo de las sabanas a Lucas
No sabia que decir, no podía creer lo que estaba pasando, lo que me estaban diciendo, las dos personas mas importantes de mi vida, pero si en algo tenían razón era en que estaba sola
No quería darles ni un segundo más de satisfacción viéndome llorar por ellos dos, así que sin decirles una palabra me di la vuelta y salí de la habitación, sentí que mi mundo se desmoronaba a mi alrededor mientras intentaba asimilar esas palabras ¿Cómo pude ser tan ingenua? ¿Cómo pude permitirme enamorarme de alguien tan prepotente?
Recogí rápidamente algunas de mis pertenencias más importantes, sobre todo mi portátil y algunos cuadernos, no quería llevarme nada que me recordara a ese hombre despreciable ni a mi amiga, guardé todo sintiendo un nudo en la garganta, una vez que tuve algunas cosas en una pequeña maleta, me volví hacia ellos, que ya habían salido de la habitación, me miraban de una manera que no lograba descifrar como si todo esto se volvería peor con el tiempo
Mientras me dirigía hacia la puerta, ellos se burlaban de mí y se reían de mi dolor, se regodeaban en su traición, como si fuera una gran broma cruel, sus risas resonaron en mis oídos mientras luchaba por mantenerme en pie y contener las lágrimas
No les daría el placer de verme completamente destrozada
Saliendo de la casa, sentí un vendaval de emociones abrumándome: la tristeza, la ira y la decepción me envolvieron como una tormenta feroz, no sabía dónde ir, pero me acordé de un viejo amigo con el que perdí el contacto por culpa de los celos de Lucas, con el corazón roto y mi vida en una pequeña maleta, me dirigí a su casa en busca de consuelo
Mi amigo me recibió con los brazos abiertos y sin hacer preguntas, vio mi angustia y comprendió sin que yo tuviera que decir una palabra. Me abracé a él, dejando que las lágrimas fluyeran libremente. En ese momento, sentí un rayo de esperanza en medio de la oscuridad
Pasaron días de pura agonía mientras intentaba reconstruir los fragmentos de lo que quedaba de mi vida
[...]
Una boda que no va a celebrase, préstamos de los estudios, prestamos para la boda, no tengo casa o coche, todo era suyo dado que sus padres le compraban todo, me he dado cuenta que yo no tengo nada mío, siempre todo ha sido de él y yo la estúpida tonta, su juguete roto que quería arreglar hasta que se aburrido de el, los prestamos son de casi 50.000 dólares y he tenido que dejar el trabajo
Todavía recuerdo como me dijo la jefa de personal que no iban a darme una carta de recomendación, solo por restar saliendo con mi medico, ya que no es lo mismo para él, dado que tiene una carrera como cirujano y yo soy una simple enfermera, intenté ir a trabajar pero las miradas las burlas eran horribles, yo había sido la engañada, la traicionada, pero yo era la que sufría las consecuencias y lo peor es que no me contratarían en otro hospital por lo mismo, por tener una relación con mi médico
Por ahora sobrevivo en casa de mi amigo Alex, con lo que me queda del préstamo que no es mucho, pero aguantará hasta que me mude a otro estado
Todo eso pasaba por mi cabeza mientras escribía todo esto en mi diario, sentada en una cafeterías de ma mala muerte cerca de la casa de mi amigo, con el portátil intentaba encontrar algún puesto de trabajo de lo que fuera
Sople mi flequillo hacia arriba intentando ver la pantalla de mi viejo ordenador, estaba tan concentrada que me asusté cuando sonó mi móvil a todo volumen, haciendo que toda la cafetería se girará a mirarme de mala gana, me ofrecieron un puesto de trabajo y yo salí corriendo cogiendo mis cosas torpemente
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ATADA A ÉL
RomanceÉl debía encontrar una esposa y ella un motivo para vivir Y así es como acabaron casándose Enzo y Camil, una huyendo y otro buscando Todo por un café, asqueroso y un diario perdido Fue la combinación perfecta, para que Enzo la buscara por cielo y ti...